Estas dos bebidas son el desayuno de muchas personas por la mañana, además de un vaso de agua, ¿pero que tanto cuidan de la salud? ¿Cual contiene mayor beneficio? ¿Será el té? ¿Será el café? El equipo de profesionales de NutricionySalud te da la respuesta.
Dicho blog comenta que después del humilde vaso de agua, el café y el té son las bebidas más consumidas del mundo: mil cuatrocientos millones de tazas de café se toma el mundo cada día frente a los dos billones de personas que consumen, al menos, una taza de té diaria. Entre si es un habito o una adicción, lo cierto es que existe un gran apego.
Si se cuestiona desde un punto de vista de salud, se puede plantear la siguiente incógnita, ¿es más sano tomar té o tomar café? Gracias a diversos estudios, en su menoría de procedencia dudosa pero en su mayoría verificada, dictan que tanto al té como al café se les ha proporcionado un buen bagaje de virtudes saludables. De ahí, la idea de que él te es el secreto de las asiáticas para adelgazar y que el café es un aliado de la concentración. Entonces, ¿Cuánto de verdad y cuánto de ficción tiene todo lo que sabemos sobre estas bebidas? Y lo mejor de todo, ¿cuál es la más saludable?
EL SECRETO DEL ÉXITO DEL CAFÉ ESTÁ EN LA CAFEÍNA
Cuando se habla de café, de todo lo que se dice de él lo que ha quedado probado como cierto en diversos estudios y análisis es, precisamente, lo que ya sospechabas cuando estudiabas por la noche: el café mejora la concentración y ahuyenta el sueño gracias a su contenido en cafeína, pero los científicos advierten que tampoco le pidas milagros.
La cafeína del café hace que el sistema nervioso central se despierte, lo que provoca la sensación de tener más energía y vencer al sueño, pero ni te hace más listo ni te va a ayudar a tener buenas ideas: esas partes del cerebro quedan fuera de su alcance. El efecto de la cafeína del café se nota al cuarto de hora de haber ingerido la taza y llega al punto máximo de concentración a los 45-60 minutos de haberla tomado.
Otro efecto beneficioso de esta cafeína es que se ha comprobado que si se toma una hora antes de hacer ejercicio de resistencia mejora el rendimiento deportivo. Por lo tanto, van dos puntos a favor de la taza de café, porque si solo nos fijamos en la cantidad de cafeína que contienen estas bebidas, la campeona sería el café: una taza de té puede llegar, como máximo, a los 40 mg de cafeína, mientras que un solo café expreso puede llegar a los 143 mg.
LOS ANTIOXIDANTES DECIDEN QUIÉN ES MÁS SANO
Los especialistas explican que nutricionalmente el café tiene poco que aportar, aunque posee muchos compuestos activos, pero ahí es donde el té gana la partida. Puede que las hojas de té posean menos cantidad de teína (otra forma de llamar a la cafeína), pero son una buena fuente de polifenoles antioxidantes, especialmente de catequinas, que, en el marco de una alimentación saludable, son un valioso aliado. Eso sí, advierten que no hay estudio científico serio que haya demostrado que beber té adelgaza pero si ayuda en el proceso.
Para finalizar, NutricionySalud te aconseja que, decidas ir a por la cafeína del café o decantarte por los antioxidantes del té, lo más apropiado es consumir ambas bebidas con moderación y sin un extra de azúcar añadidos. Recuerda que la cafeína del café puede ser contraproducente si se toma en exceso porque incrementa la presión arterial, y el té limita la absorción del hierro, por lo que es recomendable tomarlo fuera de las comidas y con limón.
Redacción E/A