El Senado de Argentina comenzará el debate para decidir sobre la aprobación o no de la Ley de Regulación del Acceso a la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) en la nación.
La jornada iniciará a las 16H00 hora local y se volverá a realizar de forma virtual como medida ante la pandemia del coronavirus, permitiendo a poco más de una docena de legisladores en el recinto.
En agosto de 2018, por 38 votos por el no y sólo 31 por el sí, el Senado argentino rechazó el proyecto para legalizar el aborto hasta la semana 14 que había aprobado la Cámara de Diputados anteriormente.
El proyecto sobre la legalización del aborto se manifiesta de manera transversal, separando a quienes apoyan la interrupción voluntaria del embarazo y quienes se oponen, sin distinguir entre posiciones políticas
Se prevé que la sesión especial convocada por la Presidencia de la Cámara, a cargo de Cristina Fernández, finalice durante la madrugada del miércoles, principalmente, por la controversia que gira en torno a la legalización del aborto.
En paralelo a la sesión, la Plaza del Congreso será escenario de concentraciones tanto para apoyar la aprobación del proyecto como para rechazarla, convocatorias que se lanzaron desde las redes sociales hace algunos días.
En una reunión realizada el lunes entre autoridades nacionales y de la Ciudad de Buenos Aires, se decidió que las fuerzas federales tendrán a su cargo la seguridad perimetral del Congreso, mientras que Policía de la Ciudad tendrá jurisdicción sobre el resto del espacio de la movilización.
Tras la aprobación hace dos semanas en Diputados -con 131 votos a favor, 117 en contra y seis abstenciones-, todas las miradas están puestas en el Senado, históricamente más conservador.
Por otra parte, se espera que el Plan de los 1000 días, ideado para acompañar y proteger integralmente a las embarazadas, puérperas y primeros años de la infancia, se encamina a convertirse este martes en ley durante la sesión del Senado.
La propuesta del poder Ejecutivo «busca fortalecer las políticas públicas para que Argentina se ponga a tono con los altos estándares de la Convención Internacional de los Derechos del Niño».
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