BUENOS AIRES, 29 dic (Xinhua) — Argentina inició hoy su campaña de vacunación contra la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19), jornada que las autoridades sanitarias han descrito como «histórica», ya que permite afrontar con «expectativa y entusiasmo» la batalla ante la pandemia.
El país sudamericano recibió el pasado 24 de diciembre las primeras 300.000 dosis de la vacuna rusa Sputnik V y de ellas han destinado 123.000 a la provincia central de Buenos Aires, la más poblada del país y que aglutina el 42 por ciento de los casos de la COVID-19 en el país.
El Hospital Interzonal General de Agudos «Pedro Fiorito» de la ciudad de Avellaneda, ocho kilómetros al sur de Buenos Aires, se convirtió este martes en uno de los centros de vacunación, donde expertos sanitarios dialogaron con Xinhua sobre la campaña.
«Es un día histórico por lo que conlleva esta acción sanitaria que se está llevando adelante en todo el país», dijo el coordinador provincial de Hospitales del Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires, Juan Riera.
«En la provincia de Buenos Aires nos venimos preparando ya hace un tiempo para los puntos de vacunación», comentó el funcionario.
La campaña de vacunación contra la COVID-19, considerada por las autoridades sanitarias como la «más grande de la historia de Argentina», se desarrolla en forma simultánea en las 24 provincias del país sudamericano.
En 2021, el gobierno argentino aportará más de 51 millones de dosis para la campaña, tarea que contará con el trabajo de 116.000 integrantes de equipos de vacunación, repartidos en 7.749 establecimientos de salud de todo el país acondicionados para esta labor, según datos oficiales.
Riera explicó que en la primera etapa se ha dado prioridad dentro del esquema de vacunación a los trabajadores de la salud, de manera fundamental a «los de las unidades de terapia intensiva, que son los que mayor exposición tienen al virus».
«Es un trabajo enorme. No hay antecedentes de una campaña de vacunación de estas características, en virtud de lo que implicó la pandemia que estamos viviendo», comentó.
Precisó que la logística para la tarea implicó volver a adecuar los puestos de vacunación «con su freezer (congelador), con sus grupos electrógenos (generadores eléctricos), con sus termómetros, con sus sistemas de carga de datos y de carga de personal, para que se vaya haciendo de una manera ordenada y garantizando que todos puedan acceder a la vacuna».
En la provincia de Buenos Aires más de 17.000 personas han recibido entrenamiento para participar en la campaña.
El entrevistado sostuvo que tienen «muchas expectativas», al formar parte de un trabajo que se lleva a cabo de manera integrada y que abarca desde las medidas de prevención, la cuarentena, el aislamiento y el cierre de fronteras, hasta la ampliación de unidades de terapia intensiva y el desarrollo de terapias como «el plasma de convaleciente».
«Ahora tenemos la vacuna, es una gran expectativa que tenemos, porque la vacuna nos va a permitir disminuir la circulación viral y proteger a nuestra población», celebró Riera.
Por su parte, el director ejecutivo de la Región Sanitaria VI de la provincia de Buenos Aires, Luis Parrilla, subrayó que la respuesta de la población ante la campaña de vacunación «es muy buena».
«La ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología médica) es una institución que ha aprobado la utilización de la vacuna, así que vivimos esto como una oportunidad histórica», valoró el profesional.
«Sumamos a este entusiasmo y a esta oportunidad (…) que se baje la letalidad» y «que consigamos muchas personas que se vacunen, porque la vacuna tiene una responsabilidad social», expresó Parrilla.
Recordó que la vacuna «no es obligatoria», pero que «cuando uno vacuna no vacuna solamente para proteger a su hijo o a su familiar, vacuna para que esa persona no sea transmisora de la enfermedad, así que hay una responsabilidad social».
El presidente de Argentina, Alberto Fernández, dijo el pasado 10 de diciembre que en virtud del acuerdo con Rusia por la vacuna Sputnik V, el país austral contará «con las dosis suficientes para poder vacunar entre enero y febrero a 10 millones de argentinos», el equivalente al 22 por ciento de la población del país.
Argentina registró su primer caso de la COVID-19 el 3 de marzo de este año y hasta la noche del lunes superó los 1,5 millones de casos confirmados y acumuló 42.868 decesos por la enfermedad.
Las medidas de distanciamiento social, preventivo y obligatorio, dispuestas por el gobierno argentino para controlar la pandemia se extenderán hasta el 31 de enero próximo.
Xinhua