Francia aplica desde este domingo nuevas restricciones, con el cierre en las fronteras y la clausura de los grandes centros comerciales, en aras de probar si puede evitar un tercer confinamiento, que el Gobierno contempla si el ritmo de contagios se dispara.
«Todo parece indicar que podría perfilarse una nueva ola a causa de la variante (británica), pero tal vez la podremos evitar gracias a las medidas que hemos decidido de forma temprana y que los franceses respetan», explica el ministro de Sanidad, Olivier Véran.
En una entrevista publicada por Le Journal du Dimanche, el ministro justificó la batería de medidas anunciadas al término de una reunión presidida por Emmanuel Macron el viernes por la noche y que entran en vigor hoy en lugar del confinamiento.
«El presidente consideró que no era urgente confinar, que todavía había una oportunidad para evitar el confinamiento» porque «la ligera desaceleración de las contaminaciones nos permite observar durante unos días lo que va a ocurrir», cuenta Véran.
El número de casos (algo más de 20.000 diarios de media) aumentó 4% en una semana, lo que para el titular de Sanidad no es un alza exponencial y muestra que el dispositivo en vigor, con un toque de queda nocturno desde las 6 de la tarde a las 6 de la mañana, «produce resultados».
EFE