Tras seis días de marcha, un grupo de indígenas llegó a Quito, capital de Ecuador, para denunciar ante el Consejo Nacional Electoral (CNE) un presunto fraude en contra del candidato presidencial Yaku Pérez en los comicios del pasado 7 de febrero y exigir que se haga un recuento de votos.
«Con este fraude están afectado, vulnerando a los más de 2 millones de ecuatorianos que confiaron en este proyecto que no es individual, es colectivo», dijo Pérez, en una conferencia de prensa ofrecida en el sector El Arbolito de Quito.
Ese fue el sector de concentración al llegar a la urbe capitalina —antes de partir al CNE—. Se trata del mismo lugar donde se realizaron las masivas protestas antigubernamentales de octubre de 2019, lideradas por el movimiento indígena; aunque, en esta oportunidad, ha llegado un grupo de descontentos muchísimo menor al de aquellas manifestaciones.
La movilización partió el pasado miércoles 17 de febrero de Loja, provincia ubicada al sur de Ecuador, fronteriza con Perú. Antes de llegar a Quito, atravesó otras entidades, como Azuay, Cañar, Chimborazo, Tungurahua y Cotopaxi, recorriendo, aproximadamente, unos 675 kilómetros.
La convocatoria fue hecha por la Confederación de Pueblos de la Nacionalidad Kichwa del Ecuador (Ecuarunari) y la Confederación de Nacionalidades y Pueblos Indígenas de la Costa Ecuatoriana (Conaice), ante las denuncias que ha presentado el Movimiento de Unidad Plurinacional Pachakutik (MUPP) sobre el presunto fraude electoral contra su candidato, que, de acuerdo con los resultados del CNE, quedó en tercer lugar y no pasó al balotaje de los comicios presidenciales, que se realizará el 11 de abril.
El CNE proclamó los resultados de los comicios del 7 de febrero la madrugada del pasado domingo. Según la institución, Pérez obtuvo 1.797.445 votos, el 19,39 % del total, quedando tercero. Sobre él están Andrés Arauz, aspirante por la coalición Unión por la Esperanza, que aglutina al correísmo, quien alcanzó 32,72 % de los sufragios (3.033.753 votos); y Guillermo Lasso, del movimiento Creando Oportunidades (CREO), en alianza con el Partido Social Cristiano (PSC), que obtuvo 1.830.045 votos a su favor (apenas 32.600 más que el candidato de Pachakutik), el 19,74 %.
Ningún candidato fue declarado ganador en la primera vuelta, al no conseguir los votos suficientes: 50 % de los sufragios más uno o al menos el 40 % y una diferencia mayor de 10 puntos sobre el segundo.
«Más de 16.000 actas con inconsistencias»
Luego de la proclamación de los resultados, este martes, vence el plazo para que las organizaciones políticas presenten sus recursos de inconformidad con los resultados ante el CNE y el Tribunal Contencioso Electoral (TCE).
Según dijo Pérez, ante el CNE presentarán «más de 16.000 actas con inconsistencias» que lograron acumular.
«Es un fraude estructural que está desde las papeletas de votación, pasando por las urnas, luego el paquete electoral, las actas de uno que no coinciden con las actas escaneadas y luego llega a consumarse el fraude en el sistema informático», añadió.
«Vamos a darle una última oportunidad al CNE (…) ellos están facultados para abrir las urnas», advirtió el aspirante presidencial.
Carlos Sucuzhañay, presidente de Ecuarunari, por su parte, adelantó que «puede haber un levantamiento por estar violando los derechos, la voluntad de los ecuatorianos».
Las acusaciones de Pérez
Desde el partido Pachakutik han señalado previamente que el presunto fraude fue cometido por un supuesto «pacto oligárquico» entre Lasso, su aliado del PSC Jaime Nebot y el expresidente Rafael Correa.
Pérez, incluso, ha dicho que hay «una mano invisible desde Bélgica (donde reside Correa)» interviniendo en los comicios, porque, aduce, «no les conviene que Yaku pase a la segunda vuelta».
En respuesta, el exmandatario recordó que el CNE es manejado por una exmilitante de su partido Pachakutik, mandato bajo el cual le impidieron su participación en estos comicios y dificultaron hasta el final la presencia del correísmo.
RTNoticias.com