«Yo no tengo absolutamente ninguna interpretación que hacer sobre sus declaraciones», dijo la ministra española de Relaciones Exteriores, Arancha González Laya. Respondía así a las declaraciones que hizo en la noche del sábado Nicolás Maduro, quien manifestó su descontento y calificó como una «agresión» la visita de la jefa de la diplomacia española a Cúcuta, ciudad colombiana en la frontera con Venezuela donde se concentra buena parte de la inmigración venezolana.
González Laya pidió a Caracas «el mismo respeto que ofrezco», dijo a medios españoles en Bogotá tras regresar de Cúcuta, donde aprovechó para visitar hospitales, refugios y un albergue infantil sostenido por fondos de la cooperación española a través de Unicef.
En una arenga televisada por la cadena estatal VTV, Maduro se mostró visiblemente molesto por la visita de González Laya.
Maduro puso sobre la mesa una nueva advertencia a España y pidió a su canciller, Jorge Arreaza, «revisar a fondo todas las relaciones a todo nivel» con el Gobierno de Pedro Sánchez. «Yo me pregunto qué hace la canciller de España en la frontera de Colombia con Venezuela, en vez de irse al Mediterráneo a buscar a los refugiados y a la gente que huye de África y se muere en el Mar Mediterráneo», sugirió.
Maduro pretendió echar a la ministra de América Latina: «¡Fuera de América Latina, canciller de España! ¡Basta de humillaciones contra Venezuela! Ya basta de hipocresía. Ya basta de abusos». Anunció además que responderá «de manera contundente a cualquier agresión que venga. Sea de palabra, sea de acción, sea diplomática o política».
La ministra española desestimó la regañina de Maduro y defendió su visita a Cúcuta como algo normal dentro de su viaje a Colombia para ver programas de cooperación para los inmigrantes financiados por España. «Yo he visitado Colombia, he visitado una serie de proyectos financiados por la cooperación española y lo he hecho dentro del respeto a este país y a todos sus vecinos y el mismo respeto que yo predico es el mismo respeto que yo exijo ni más ni menos», subrayó.
Ymarú Rojas // ABC