Contenedores frigoríficos para almacenar cuerpos, ambulancias transformadas en improvisadas habitaciones de hospital, traslado de pacientes a miles de kilómetros de distancia son las señales de un inminente colapso sanitario son cada vez más visibles en Brasil.
En los tres últimos días el número de fallecidos asociados a la covid-19 no ha bajado de 1.600. Solo el miércoles se perdieron 1.910 vidas, récord absoluto en el país, según el Ministerio de Salud.
El hartazgo de una parte de la sociedad después de un año de restricciones, el negacionismo del presidente Jair Bolsonaro y la falta de medidas a nivel nacional, convierten además a Brasil en un enorme «granero» para la aparición de nuevas variantes, según especialistas consultados por Efe.
Desde el inicio de la crisis sanitaria, Brasil acumula 260.970 muertes y cerca de 10,8 millones de casos, aunque se estima que el número real de infecciones es hasta dos o tres veces mayor.
EFE / Unión Radio