Con poderosas explosiones, la marina de los Estados Unidos puso a prueba su más reciente portaaviones con el fin de determinar la resistencia del buque.
El Servicio Geológico de Estados Unidos dijo que la explosión, que ocurrió en el Océano Atlántico frente a la costa de Florida, se registró como un terremoto de magnitud 3.9.
La Armada “realiza pruebas de choque de nuevos diseños de barcos utilizando explosivos activos para confirmar que nuestros buques de guerra pueden seguir cumpliendo los exigentes requisitos de la misión en las duras condiciones que podrían encontrar en la batalla”, dijo en el comunicado.
Lo ensayos se están llevando a cabo “dentro de un cronograma estrecho que cumple con los requisitos de mitigación ambiental, respetando los patrones de migración conocidos de la vida marina en el área de prueba”, agregó la Marina.
El Impulso