Las noticias del día a día cargadas con un poco de humor son usuales en las páginas internas de cualquier diario, especialmente en las páginas internas de El Luchador y así continúa siendo desde que es un diario digital.
A propósito de celebrarse el Día del Periodista, entrevistamos a “Moralito”, José Ismael Morales Pérez, quien tiene 70 años ejerciendo este oficio, siendo uno de los caricaturistas de mayor trayectoria en el estado Bolívar, llenándonos de humor en cada uno de sus trabajos.
“Moralito” trabajó desde el año 1959 en el periódico El Bolivarense, allí inició su carrera como periodista y caricaturista con una sección que se llamaba “Cartones de Morales” hasta 1976, luego en el diario El Expreso donde tuvo la sección “Tanganazo”. En 2005 “Moralito” llegó a la familia de El Luchador, para hacer realidad su deseo de trabajar en uno de los periódicos más antiguos de Venezuela, donde se incorporó a trabajar con este gran equipo y así continúa el día hoy con su conocido espacio “Humorales”.
Ismael Morales ha recibido premios nacionales e innumerables premios regionales como caricaturista, además de ser galardonado en los años 70 como fotógrafo por la Revista Internacional Foton. En esta oportunidad “Moralito” nos cuenta su experiencia ejerciendo este importante rol en el ámbito del periodismo y de la comunicación, donde sus caricaturas llaman a la reflexión, al cambio, la rectificación, así como a la solidaridad y el respeto mutuo, lleno de profesionalismo.
¿Cuándo le nace esa pasión por la caricatura?
“Estaba yo en la escuela primaria cuando una señora llamada Columba me enseñó una revista, la miré y dije: ¡Cónchale!, se pueden hacer las cosas de la vida con muñequitos y desde aquel momento no puedo ver un papel en blanco porque me da por pintar, paso horas y horas en eso, es mi pasión”.
¿Alguna anécdota por una caricatura?
Reclamos sí tuve, una vez cuando estaba en El Bolivarense a un señor no le gustó la caricatura que había hecho y mandó una carta amenazante al director, quien me la tiró sobre la mesa y dijo: “Mira, para que sigas sacando buenas caricaturas”. Es que había una empresa en Puerto Ordaz donde los trabajadores trabajaban en un hueco con malos olores. Yo lo grafiqué en la caricatura y eso no le gustó al dueño de la empresa.
¿Por qué escogió Comunicación Social?
-En primaria y bachillerato tenía un periódico humorístico y me quedé sorprendido porque las autoridades me pidieron que hiciera caricaturas para el periódico mural.
Yo estudié en el Dalla Costa por tres años, entonces un día en el aniversario del periódico alguien me dijo: Morales vi tu exposición y yo extrañado le pregunto ¿qué exposición? A lo que me contesta tus caricaturas del Dalla Costa. Voy y veo y entonces está un profesor que en paz descanse que se llamaba Raúl Umanes Castro, que venía coleccionado mis caricaturas y ese día del aniversario hizo la exposición. Eso me llenó de emoción y me impulsó a que siguiera haciendo caricaturas.
¿Qué le puede decir a los periodistas de esta nueva era en la que se ejerce el periodismo en medio de tiempos distintos?
Ahorita el periodista no solo nace sino se hace. Nace debido a la intuición de una persona y se hace, es decir, se forma a través de la observación y la narración, como fue el caso de un periodista del que escribió Azorin, que cuando fue a buscar trabajo en un periódico de EEUU solicitó una entrevista con el director, la consiguió y cuando el muchacho llega a la entrevista encuentra una nota que dice: Joven por favor vaya a la bodega y me compra una caja de cerillos, entonces va extrañado y se sienta frente al hombre. En lo que llega frente al director, éste le dice: “por favor nárreme lo que vio cuando iba y venía”. Lo que quería era poner a prueba estos dos atributos que son importantes para un periodista: la observación y la narración.
En estos tiempos es importante que no perdamos la fe y la esperanza de que pronto salgamos de esta situación y las rotativas vuelvan a marchar en los amaneceres del futuro, además del canto de las aves que llenen de alegría a los pregoneros de los diarios.
Rosanna Moya