77° Asamblea Anual de Fedecámaras
Destrancándonos de cualquier barrera, “Venezuela es un lienzo abierto, dispuesto a ser construido. Podemos ambicionar ser el primer país de Latinoamérica en insertarnos en el siglo XXI”, así lo afirmó Gabriel Zalzman, venezolano experto global corporativo, fundador y director de Z4L Consulting Company, en su ponencia “Sin Barreras”, organizado por Fedecámaras, con motivo de su 77° Asamblea Anual.
Aunque es un deseo ambicioso y suene lejano, Zalzman apuesta a que sí es posible si nos obligamos a dar pasos sustanciales hacia adelante. “Somos un país de gente optimista, podemos regresar al globalismo” y es mucho de lo que podemos aprender de la diáspora.
Destacó que el rol del empresariado, lo visualiza como un rol de mentores, apoyando a nuevos empresarios que tienen una nueva manera de hacer las cosas. Sostiene que se puede crear un sistema de incentivos, de acceso a capital mucho más dinámico, para alimentar un circuito virtuoso de crecimiento económico.
Para Zalzman, en el país no se ha modernizado la emprendeduría, considerándolo uno de los aspectos más transformativos de las sociedades. La emprendeduría es realmente valorado y se desmarca de los grandes monopolios que han existido en Latinoamérica.
El gran reto que tienen los líderes, está en cómo balancear las necesidades del corto plazo y del futuro. Para Zalzman, profesional con más de 30 años de experiencia corporativa en bienes de consumo masivo en América del Norte, Europa y América Latina, tenemos que tener una mente amplia que nos permita pensar en grandes cambios, no en pequeñas evoluciones, necesitamos cambios que aceleren el desarrollo. Emprendimiento, tiempo, dinero e infraestructura, sientan terreno fértil para poder ejecutarlo. Hay que estudiar el camino y tomar decisiones. No podemos centrarnos en volver atrás, afirmó Zalzman.
Aseguró que tener acceso de información ilimitada y si está visto como una necesidad primaria, hace que la gente se siente con más poder de decidir su destino. La tecnología transforma para bien al individuo, debe masificarse y debe formar parte de un plan para cualquier país. Una de las palancas para dar el salto al desarrollo es la facilidad de interconectar, “el wifi como agua, es decir como un servicio básico”.
Destacó siete macrotendencias que deben ser consideradas al visualizar a Venezuela en unos 10 o 20 años aproximadamente: la Hiperconectividad global que genera hiperabundancia, que se define como “un movimiento de lo físico a lo virtual”; la segunda macrotendencia es todo lo relacionado al medio ambiente. Unión con la naturaleza de manera acelerada y un manejo de ese riesgo ambiental; la energía barata y renovable, actualmente el mundo busca nuevas fuentes de energía con menor impacto ambiental y un mayor bienestar al ser humano; la manera de ver la evolución de la especie; todo lo relacionado a nuevas curas, al desarrollo genético; la simbiosis de la inteligencia artificial y el ser humano; la generación de nuevas vía de comercio y toda la parte de entretenimiento, creando nuevas realidades virtuales y la amplitud de capital
Para Zalzman hay varios aspectos a tomar en cuenta cuando nos comparamos con otros países; Asia, por ejemplo, ha sacado cientos de millones de personas de la pobreza, sin embargo, Latinoamérica no ha tenido ese éxito.
China, dejando a un lado el aspecto político, creó una relación entre empresa-estado, un plan estratégico que se cumplió; Estados Unidos, Los Ángeles, con un ecosistema de apoyo al emprendimiento que es fabuloso; Estonia, transformó su gobierno a través de la tecnología y redujo la burocracia. Hay varios países en África, Nigeria es un ejemplo; elementos de referencia que nos “pueden permitir dar un salto cuántico”, afirmó Gabriel Zalzman.
Concluyó su participación destacando que existen “nuevas dimensiones de educación que debemos abordar, experimentar y que son transformativas, y si invertimos en ella como Nación, podemos generar cambios sustanciales y paradigmáticos”.
Por su parte Ricardo Cusanno, presidente de Fedecámaras, manifestó que asumir el reto de vernos en el futuro no nos hace olvidar la cotidianidad y la dura coyuntura que vivimos; nos obliga a hablar de la coyuntura y a construir un modelo de desarrollo económico y tecnológico con plenas libertades políticas e institucionales.