De acuerdo con el estudio, presentado este 21 de julio durante el foro “Prospectiva Venezuela 2021 (II Semestre)”, 84,1% de la población cree necesario un cambio de gobierno y 81,8% piensa que la oposición debe participar en los comicios del 21 de noviembre. En el encuentro, expertos convocados por el Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la universidad también proyectaron escenarios en materia social, económica e internacional para los próximos meses
Más de la mitad de los votantes están dispuestos a sufragar en las elecciones regionales y municipales del 21 de noviembre, una tendencia que llega a 60% si todos los actores políticos llaman a participar. Así lo revela el Estudio de Coyuntura Nacional Julio 2021, realizado por la firma encuestadora Delphos para el Centro de Estudios Políticos y de Gobierno (CEPYG) de la UCAB.
Los resultados fueron presentados por Félix Seijas, director de la firma, durante el evento “Prospectiva Venezuela 2021 (II Semestre)”, actividad organizada por el CEPYG que se realizó este miércoles 21 de julio, en el marco de los foros que adelanta la UCAB como parte de su campaña Resetéate, y que buscan divulgar investigaciones de la institución, para entregar a la sociedad civil información valiosa que sirva como herramienta para la toma de decisiones en pro del cambio en el país.
Además de Seijas, el evento convocó a otros tres expertos que proyectaron escenarios posibles para el país en el área económica, social e internacional: la internacionalista Elsa Cardozo, el sociólogo Roberto Briceño-León y el economista Luis Arturo Bárcenas. También intervinieron el rector de la UCAB, Francisco José Virtuoso, y el director del CEPYG, Benigno Alarcón, quienes ofrecieron las palabras de apertura y cierre del encuentro.
“Venezuela vive un momento difícil, complejo, con una crisis humanitaria progresando, la economía estancada y la situación política se ha agravado. Y allí es donde toma relevancia el análisis que realiza permanentemente el Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la UCAB, revisando los escenarios para luego ofrecer rutas de acción para el cambio”, señaló el rector Virtuoso al dar la bienvenida a los panelistas y a los más de 200 participantes de organizaciones civiles y medios de comunicación que se conectaron vía Zoom.
Alarcón indicó que “Prospectiva Venezuela” es el resultado de un trabajo que, desde hace 10 años, realiza semanalmente la mesa de análisis y seguimiento conformada por el CEPYG junto a destacados especialistas, con el objetivo de identificar tendencias y ofrecer la mayor certeza posible sobre el futuro. Expuso que, a pesar de que los pronósticos no son alentadores, se han propuesto decir la verdad y plantear la realidad tal cual la perciben para planificar los escenarios de manera más efectiva.
“La mejor manera de evitar los escenarios desfavorables es entender que son posibles e identificar dónde subyacen sus causas para incidir de forma temprana en esas tendencias y así lograr que se materialicen otros escenarios que quisiéramos que se produjeran en un momento determinado”.
Elecciones/voto: el camino para el cambio político
Según explicó el director de Delphos, el Estudio de Coyuntura Nacional Julio 2021 se llevó a cabo en todo el territorio nacional, entre el 14 de junio y el 2 de julio, mediante entrevistas directas en el hogar a 1.200 personas mayores de edad. De esta muestra, 25,3% se auto identificó con el chavismo, 35,9% con la oposición y 38,8% con ninguna tendencia política.
De acuerdo con los resultados, 84,1% sigue considerando muy necesario o necesario el cambio de gobierno y 36,9% piensa que elecciones justas/votar constituyen el mecanismo para lograr ese cambio. Otras opciones como la intervención o el golpe militar, apenas fueron consideradas por 5,7 % de los encuestados. “Lo electoral es algo importante y la ciudadanía quiere que se atienda”, comentó el estadístico.
Aunque, curiosamente, 52% ha escuchado sobre la designación de nuevos rectores del CNE y 48% lo desconocía, la encuesta revela que 53% está muy seguro de ir a votar el 21 de noviembre, versus un 12,3% que manifestó que seguramente se abstendrá; sin embargo, la disposición a participar en los comicios regionales aumenta a 60% si todos los actores políticos llaman a votar; por el contrario, si Guaidó y el G4 (AD, Voluntad Popular, Primero Justicia y UNT) piden no hacerlo, la intención de participación cae a 44%. “Esto quiere decir que Guaidó sigue siendo el referente de la oposición dura y de la oposición blanda que quiere confiar en alguien”, apuntó el director de Delphos.
Los datos también muestran que 81,8% de los encuestados cree que la oposición debería inscribir candidatos y participar en los comicios, frente a 7,1% que no está de acuerdo. “En las redes sociales hay una distorsión sobre este escenario. La sensación es que todo el mundo piensa que con Maduro en la presidencia y con este CNE no se debería ir a votar, pero no es así”, reflexionó Seijas. También los participantes manifestaron su interés para que la oposición pelee por las garantías.
Respecto a lo que la gente cree que puede suceder, 78,6% contesta que habrá elecciones regionales y Maduro ganará, 34,5% apuesta a que un nuevo líder sacará a Maduro del poder, 32,4% confía en que se convocará el referendo revocatorio y 32,4 % que habrá una negociación y acuerdo. Ahora bien, cuando se pregunta a los encuestados lo que quieren que suceda, la mayor parte (65,2%) se inclina por la realización del referendo, mientras que otro grupo (62,5%) espera que Maduro renuncie. “Esto refleja que las salidas pacíficas son las mejores vistas por la población y que es falso que la gente no quiere hablar de negociaciones. En cuanto al nivel de confianza en las personalidades, todos están en negativo, lo que se comenzó a ver desde el año pasado. Maduro y Guaidó siguen siendo los referentes en el gobierno y la oposición, respectivamente”, expuso el experto.
Por último, el estudio de Delphos apuntó que 43.6% de la población piensa que los ciudadanos son los que tienen la posibilidad de hacer el cambio y no los partidos políticos de oposición, la comunidad internacional, los militares o el mismo gobierno.
Comunidad internacional atenta, pero no determinante
La presentación de la prospectiva internacional estuvo a cargo de la profesora Elsa Cardozo, quien hizo sus proyecciones sobre la dinámica geopolítica y la actuación de la comunidad internacional ante el caso venezolano. “Consideramos la dimensión internacional como un entorno que condiciona al país, que es necesario conocer y trabajar, pero que tampoco es determinante. No lo es ni tampoco lo ha sido en nuestra historia. No tiene sentido aludir a lo externo el origen del agravamiento de la dificilísima situación venezolana”.
La internacionalista confirmó que la crisis del país sigue generando atención en el mundo, pero ha habido cambios en las expectativas, ajustes en las estrategias, reorganización de las agendas y mayor concentración de los actores externos en lo inmediato, con el fin de atender la emergencia humanitaria y los planes de vacunación, además de vigilar las exigencias sobre los derechos humanos y la seguridad jurídica.
“En el lado alentador, y esto genera polémica, vemos disposición de Estados Unidos y Europa para coordinar posiciones e iniciativas que promuevan la solución negociada del conflicto, pero hay matices entre ellos. Lo ideal sería combinar ambas para generar mayor presión. España puede ser una alternativa interesante para mediar el diálogo entre el gobierno y la oposición”.
Cardozo destacó que la recesión democrática, que afecta a más de la mitad de la población mundial, influye en las decisiones que se toman en foros amplios, como las Naciones Unidas, donde existe una polarización entre dos frentes: China y Rusia versus Estados Unidos y Europa.
Añadió que, de parte del gobierno de Maduro, la estrategia será “intensificar las iniciativas ofensivas y persuasivas para reducir su ilegitimidad, frenar el escrutinio internacional, profundizar la división opositora, alentar el lobby anti sanciones y seguir vinculado con los populismos regionales”. Del lado de la oposición, aseguró que se ampliarán los esfuerzos para conseguir respaldos democráticos, mientras la asistencia humanitaria ganará peso. “Es posible que haya ajustes en las sanciones vinculadas a lo humanitario, pero no en las sanciones de la gestión pública del gobierno”.
La doctora en Ciencias Políticas finalizó llamando a los venezolanos a “trabajar por una coordinación democrática amplia e inclusiva y recordar que la dimensión internacional condiciona, pero no determina”.
Microdesigualdades y fragmentación social
El panorama social no es nada alentador. Roberto Briceño-León, director del Laboratorio de Ciencias Sociales y el Observatorio Venezolano de Violencia, destacó que, luego de ser uno de los países con menor desigualdad en América Latina, Venezuela -ahora con niveles de pobreza que alcanzan a 94% de la población, según datos de Encovi- ha desarrollado una creciente brecha de desigualdad, donde “los pobres son más pobres y la élite rica se ha hecho más rica”. Dijo que, además de esto, la dinámica socioeconómica ha propiciado microdesigualdades a lo interno de los grupos sociales.
“Este fenómeno tiene su origen en las diferencias: si eres empleado público o privado; si eres empleado o trabajador independiente; si tienes capacidad de indexar tu salario y dolarizarlo; si recibes o no remesa; si hay una persona joven en la familia que puede trabajar; si hay acceso continuo a los servicios públicos y si se recibe o no la bolsa CLAP”, precisó.
De acuerdo con el experto, las microdesigualdades se observan en aspectos como la alimentación (“los hogares que no reciben remesas consumen 1.822 calorías mientras que los que sí reciben remesas consumen 2.152 calorías”), el acceso a servicios (“en Caracas sectores de altos ingresos han construido pozos, que cuestan entre 20 y 30 mil dólares, para extraer agua para edificios o casas, mientras que en los barrios podemos ver personas que tienen que subir tobos desde la avenida hasta la parte alta del cerro porque el agua llega sin presión”) o en la seguridad (“hay una diferencia en el barrio si hay una paz criminal garantizada por las bandas o no la hay, por estar en un terreno en disputa entre bandas o entre alguna de ellas y los cuerpos de seguridad”).
Briceño-León mencionó que la gran consecuencia de esta situación es un proceso de mayor fragmentación social, ya no por motivos políticos o de ideología, lo que ha generado un estado de “sálvese quien pueda”, así como sentimientos contradictorios en la población (tranquilidad, culpa, egoísmo), pues los que están mejor en la pobreza se sienten privilegiados y no protestan por su bienestar relativo o, como ocurre con los receptores de las bolsas CLAP, porque temen perder ese menguado privilegio.
Como aspecto positivo, el sociólogo indicó que se está despertando la conciencia sobre el papel del ciudadano. “Se observa un cambio en la expectativa trasladándola del rol del Estado-Gobierno como proveedor (que se expandió más con el chavismo), a una mayor responsabilidad de las personas, las familias, las empresas, las comunidades. Podría decirse que hay un fortalecimiento del rol de la sociedad civil”, concluyó.
No habrá crecimiento y seguirá la hiperinflación
De acuerdo con Luis Arturo Bárcenas, economista jefe de la firma Ecoanalítica, este 2021 cerrará con una caída de 5,1% en el Producto Interno Bruto (“la menor contracción en 8 años”), una inflación de 1.060% y un tipo de cambio de 10 millones de bolívares por dólar, lo que definió como una “estabilización en el foso”.
“Estamos en el octavo año de contracción económica con una caída acumulada del 80%, el cuarto año en hiperinflación, la producción de petróleo se ha desplomado en un 80% y las importaciones se han reducido 85%”, dijo el especialista en políticas públicas y macroeconomía, quien advirtió que esta situación ha colapsado financieramente al Estado, ha incrementado la debilidad institucional, ha puesto en peligro la desintegración territorial y ha afianzado la versión caribeña del “capitalismo de amigos”.
“La economía ha respondido de diferentes maneras: el peor momento de la hiperinflación (2019) ya pasó, pero sigue en un rango peligroso; la dolarización es prácticamente irreversible, el proceso de desmonetización es acelerado, y el flujo de caja es manejable pero opaco”, apuntó.
Bárcenas dijo que, si bien se aprecia una inflación decreciente, el costo de vida en dólares continúa subiendo y en medio de esta complicada situación, el gobierno sigue enfrentando una fuerte restricción al financiamiento externo, lo que podría acentuarse si decide “patear la mesa de negociación” con la oposición.
Proyectó como improbable la recuperación de la producción petrolera y las importaciones en lo que queda de año, debido a la falta de recursos del gobierno, aunque proyectó una la leve recuperación de las remesas, la mejora en el poder adquisitivo en algunos segmentos de la población y el mayor control del Ejecutivo nacional sobre la ejecución de gasto.
Por la salida negociada
En los próximos días, el director del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la UCAB, Benigno Alarcón, realizará una presentación especial sobre la prospectiva política para el resto de 2021. Sin embargo, el rector Francisco José Virtuoso ofreció un breve análisis sobre el panorama en esta materia. Insistió en la búsqueda de una salida consensuada a la crisis, pese a las recientes acciones de persecución y hostigamiento que ha emprendido el gobierno. Apuntó que ese esfuerzo de negociación ha logrado tener una incidencia importante e, incluso, ha obligado al gobierno a cambiar de estrategia.
“El gobierno de Maduro vio con mucho peligro los éxitos alcanzados por Guaidó y el G4. Se estaba construyendo un escenario donde la comunidad internacional ajustara los criterios para una negociación seria que recogiera las inquietudes tanto de la crisis económica y social como ciertos cambios hacia la transición democrática”.
Virtuoso resaltó la importancia del llamado hecho por el Vaticano, el 20 de julio, en la voz de su secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolín, que pidió a los actores políticos acciones serias que den respuesta a los problemas de los venezolanos. “Hace falta vincular a la opinión pública en esa dirección para que sea la ciudadanía la que efectivamente ejerza presión en forma directa”, comentó el rector.
Respecto a las elecciones regionales, el sacerdote jesuita explicó que la estrategia del gobierno seguirá siendo dividir a la oposición para propiciar la abstención o la dispersión del voto entre múltiples candidatos, por lo que abogo por la unidad y se pronunció a favor de la participación.
“Mientras no se construya una postura alineada sobre la participación de la oposición en las elecciones, lo que vamos a tener es una cantidad de actores participando por cuenta propia. Si algo puede frenar la tendencia del gobierno al fraccionamiento, es unificar los criterios de la oposición. En medio de todas las dificultades, mi opinión, sin comprometer a la universidad, es que hay que apostar a la participación. De no presentarnos, no obtendremos ningún beneficio”, finalizó.
Los interesados en escuchar todas las intervenciones del foro “Prospectiva Venezuela 2021 (II Semestre)” pueden consultar el video completo colgado en el canal oficial de YouTube de la universidad, UCABve.
La fecha del encuentro conducido por el profesor Benigno Alarcón se anunciará próximamente a través de las cuentas @enlaucab y @cepyg_ucab.