Sacar por primera vez un documento de identidad, como la cédula o el pasaporte, incluso renovarlo, en Venezuela es sinónimo de odisea, penurias y corrupción. Mucho más cuando la institución encargada, el Saime, reduce la habilitación de sedes a donde puedan acudir los ciudadanos de otros municipios, como ocurre en el estado Bolívar. En la entidad solo están operativas las sedes de Ciudad Bolívar, San Félix y Puerto Ordaz.
Correo del Caroní estuvo este jueves en la sede del Saime en Puerto Ordaz, acompañando a una de las personas que acudieron a renovar su cédula de identidad, y pudo constatar cómo se da todo el proceso desde el día anterior.
Carmen Rodríguez esperaba acercarse hasta el centro comercial Guayana Mall, donde se ubica la sede del Saime, para hacer cola pues necesita renovar la cédula que está vencida desde 2016. En los operativos anteriores le fue imposible debido a la gran cantidad de gente que hizo la misma solicitud, y las restricciones de la institución, como pocos puntos, horario reducido y escasos días para esa gestión.
«Adentro las trabajadoras estaban obstinadas, no sé si es porque no estaban dejando pasar a la gente que ya tenían cuadrada. Se quejaban de que solo estaban pasando a adultos mayores, y apenas habíamos entrado seis”
Sin embargo, le advirtieron que fuera en la tarde del día anterior para anotarse en una lista. A eso de las 4:00 pm del miércoles fue hasta el centro comercial y le consultó al vigilante cómo es el proceso allí para sacar la cédula.
– Me dijeron que se hacen unas listas primero.
– Sí, allá en el edificio de enfrente, donde están esos señores sentados en el piso, esos son los que están haciendo la lista.
Carmen se acercó a ellos, cuatro hombres que reposaban sobre cartones en el estacionamiento del edificio ubicado al lado del centro comercial San Miguel. Se anotó en la lista y estaba de número 11. Las primeras cuatro eran los listeros, la siguiente llegó a las 2:00 pm. Estas personas le explicaron que una vez anotada, faltaban un segundo y tercer paso.
– Yo paso la primera lista a las 9:00 de la noche, el que no esté se va tachando. Después a las 3:00 de la mañana vuelvo a pasar la lista para irnos formando allá en el portón (del centro comercial). A partir de allí no hay más listas, cada quién sabe dónde va y si se deja colear es su problema.
Pasando asistencia
A las 10:00 pm, efectivamente se pasó la primera asistencia. De número 11 pasó a ser la décima en la lista, ya que al momento faltó una persona. Carmen tuvo cómo movilizarse para regresar a su casa y regresar a las 3:00 am, al igual que otros. Pero la mayoría de los del listado se quedaron pernoctando a la intemperie.
A las 3:10 de la mañana se pasó la última asistencia. Tres colas. Una para los que fueron a renovar cédulas, otra para los niños y una para retirar cédula, pues el documento no se entrega inmediatamente sino una o dos semanas después.
“Yo prefiero venir a los 15 días porque cuando vine la última vez, me dijeron que a la semana y no estaba lista. La otra cosa es que ellos te buscan rápido y si al momento no te ven, simplemente te dicen que tu cédula no está”, comentó una señora que hacía la cola por su hijo.
Una amiga me pasó un contacto en el Saime y le escribí. Cobran 30 dólares por pasarte para sacar la cédula y te la entregan rápido, te avisan para que vayas
al otro día. Pero bueno, me ahorro esos 30 dólares”
Esas horas de la madrugada fue de compartir testimonios unos propios, otros de conocidos o allegados.
“Yo no me iba a venir a esta hora, lo que pasa es que él (su pareja) ya me había anotado en la lista. Una amiga me pasó un contacto en el Saime y le escribí. Cobran 30 dólares por pasarte para sacar la cédula y te la entregan rápido, te avisan para que vayas al otro día. Pero bueno, me ahorro esos 30 dólares”, comentó una joven en cola.
Poco a poco llegaban más personas a incorporarse a la fila según el trámite a realizar. Los de cita para pasaporte hicieron una cuarta cola. Varios de ellos comentaron que era la cuarta fecha reprogramada por el sistema, ya que anteriormente les había tocado convocatoria en semana radical cuando no estaban laborando en el Saime.
“A eso de las 6:00 am va a venir una comisión de la Policía, se para un momento a tomar un foto y se va. Eso es para decir que el operativo está funcionando o decirles a los jefes que estaban brindando seguridad, y uno aquí de madrugada en esto oscuro y sin una patrulla”, comentó una de las personas que ya ha vivido por este proceso antes.
Y así fue, poco después de las 6:00 de la mañana llegó la comisión a tomar unas fotografías y retirarse inmediatamente.
Antes de las 7:00 de la mañana se acercaron trabajadores del Saime hasta el portón del centro comercial donde espera la gente. De la fila de los que sacarán cédula, priorizaban a las personas de tercera edad a quienes daban solo 50 cupos y recogían las copias de sus cédulas. Para el resto de los ciudadanos solo son 100 cupos, 50 cupos para los niños y 130 para los que van a retirar cédula de identidad.
El resto quedó en un grupo de rezagados esperando poder hacer su trámite. Este jueves lograron hacerlo con el grupo de niños que iban por primera vez.
El equipo del Saime guía a cada grupo y, a las afuera de la institución, los organiza en diferentes filas.
Los primeros en pasar fueron los niños, seguido de seis adultos mayores y unas 10 de menores de 60 años (hombre) y 55 años (mujeres).
“Adentro las trabajadoras estaban obstinadas, no sé si es porque no estaban dejando pasar a la gente que ya tenían cuadrada. Se quejaban de que solo estaban pasando a adultos mayores, y apenas habíamos entrado seis”, comentó Carmen Rodríguez.
A eso de las 6:00 am va a venir una comisión de la Policía, se para un momento
a tomar un foto y se va. Eso es para decir que el operativo está funcionando
o decirles a los jefes que estaban brindando seguridad, y uno aquí de madrugada en esto oscuro y sin una patrulla”
– Ponga los dedos para la huella.
Carmen así lo hizo, sin ninguna otra indicación previa.
– ¡Así no, señora! Así, juntos (tomó bruscamente las manos para indicar cómo debía proceder).
El mal trato que reciben los usuarios forma parte de las denuncias constantes en contra de esta y otras instituciones públicas, lo que evidencia la poca preparación en atención al público y, a su vez, es el reflejo del malestar de trabajadores mal pagados.
Carmen finalmente pudo tramitar su documento. Aunque le dijeron que debía pasar a retirarlo en una semana, prefiere esperar 15 días para estar segura de que se emitió y no someterse a una extenuante jornada tan pronto.
Afuera quedó el resto de las personas con las que hizo cola. Algunos salieron a las 2:00 de la tarde.
Correo del Caroní