Nuestra Señora de Las Nieves, patrona de Ciudad Bolívar y todo el Estado Bolívar, cuyas fiestas se celebran el 5 de agosto de cada año, y es venerada su imagen en la Santa Iglesia Catedral Metropolitana de la Ciudad. Cada año se lleva en procesión por el Río Orinoco, por cuanto sus festividades coinciden con la Feria de la Sapoara, celebrada en Ciudad Bolívar en el mes de agosto.
Aparecida en una de las siete colinas de Roma en el siglo IV, llegó a Bolívar mil años después navegando en la fe de la expedición doradista más numerosa de la conquista para insertarse en el alma popular como patrona sustituta del apóstol Santo Tomás.
El 6 de agosto, tres días después de su crucifixión dice el Nuevo Testamento que Jesús apareciósele gloriosamente transfigurado a tres de sus discípulos al Sureste de Nazaret, exactamente en el monte Tabor (Israel).
Pues bien, el 5 de agosto del año 360, víspera de este acontecimiento que conmemora la Iglesia, ocurrió un hecho muy singular en una de las siete colinas de Roma, específicamente en el Monte Esquilino: sorpresivamente siendo verano, el monte se cubrió de nieve y apareció como un espejismo la imagen de la Virgen María, pero sólo fue testigo presencial del increíble suceso una pareja matrimonial de nombres Juan Patricio y Licina Ignova, pareja romana muy próspera, pero inconforme por no lograr la concepción de un heredero.
Esta pareja que venía con anterioridad elevando preces a la Virgen María a fin de que le concediera la gracia de tener un hijo que al fin tuvo, interpretó el acontecimiento como una respuesta milagrosa a su deseo.
Eran tiempos de Su Santidad Liberio, quien por ese entonces (año 354) había instituido el 25 de diciembre como fecha oficial del nacimiento de Jesús. Este Papa conoció del milagro del Monte Esquilino y propuso a la pareja emplear parte de su fortuna en la construcción de una basílica en la propia colina para entronizar a la virgen. El templo fue levantado con el nombre de Santa María de las Nieves, mejor conocida como Basílica de Santa María la Mayor. A partir de entonces el culto y devoción por la Virgen de las Nieves se extendió por todo el mundo católico incluyendo, por supuesto, a España que para el momento y hasta el siglo V era colonia del imperio romano.
La devoción por la virgen de una de las cuatro basílicas patriarcales de Roma, llegó a la América con los españoles a través de la conquista y se insertó en Ciudad Bolívar en tiempos de don Antonio de Berrío, fundador y primer gobernador de la provincia. Pero Antonio de Berrío no la introdujo sino los inmigrados que vinieron en número de dos mil, en la expedición -la más numerosa- del capitán Domingo de Vera Irbagoyen, a quien Berrío había enviado a la península en 1596 en busca de recursos y gente con voluntad de construir una ciudad.
La capital de la provincia se hallaba en ciernes desde el 21 de diciembre de 1595, no reconocía a otro patrono religioso que al apóstol Santo Tomás, célebre por su manifiesta incredulidad acerca de la resurrección de Cristo, de la cual no se convenció hasta tocarle las heridas.
Esta historia de Nuestra Señora de las Nieves que desde el sacerdocio de Mirco Falé ha venido siendo rescatada, había sido sepultada por una leyenda semejante a otras de vírgenes del país, según la cual el patronazgo y devoción por la madre del mesías viene desde que fue hallada en una caja varada en la orilla del río, probablemente a causa del naufragio de alguna embarcación peninsular.
Tanta fuerza había tomado la leyenda que la misma fue recogida en el himno que le compuso doña Mercedes Febres de Natera con música de Marcos y Jorge Ortiz Abreu. Las dos primeras de las siete estrofas, aparte del coro, dicen: “Blanca gota de rocío, nieve en las cumbres ardientes, de lejanas geografías, donde pusiste tu pie, eres Virgen de las Nieves, patrona de Ciudad Bolívar porque en sus áureas riberas quisiste anclar tu bajel. Tu bogaste milagrosa hasta el amor de este puerto. Viajera de blancos velos con presencia de jazmín y en albores de tus cielos tu imagen rubia de soles va derramando bondades como reguero de luz”.
En cuanto al patronazgo vale decir que Santo Tomás no está totalmente desplazado pues el gobierno eclesiástico lo considera Patrono de Guayana dado que Nuestra Señora de las Nieves es sólo Patrona de Ciudad Bolívar. La Virgen del Valle fue declarada en 1921 Patrona de la Diócesis.
En la Catedral Metropolitana de Ciudad Bolívar existen dos imágenes de Nuestra Señora de las Nieves y a la más antigua, de acuerdo con un trabajo de investigación realizado por el Centro Catequístico de San Isidro, se le estiman dos siglos, vale decir, que fue traída en 1790 cuando Santo Tomás de la Guayana apenas tenía 26 años de haber sido trasladada a la Angostura del Orinoco.
Los programas de las festividades en honor a Nuestra Señora de las Nieves comprendía entre muchas otras cosas alegres y contagiosas, la inmancable entrega de canastilla al primer niño nacido el 5 de agosto, serenatas ofrecidas por conjuntos musicales de la ciudad, elección de la madrina de las fiestas patronales, retretas de la Banda del Cuartel Tomás de Heres, carrozas, carreras de saco y bicicleta, piñatas y otros deportes populares que hoy han desaparecido, no obstante la intención de incluir las festividades patronales dentro del programa general de la Feria del Orinoco que también es en agosto coincidente con las crecida del río y la pesca de la sapoara.
Nuestra Señora de las Nieves es una de las vírgenes de Venezuela que no han sido coronadas canónicamente. Lo han sido hasta ahora La Chinita de Maracaibo, la Divina Pastora de Barquisimeto, La Consolación de Táriba, la del Socorro de Valencia, la Coromoto de Guanare y Nuestra Señora de la Soledad de la iglesia San Francisco de Caracas. El Centro Catequístico de San Isidro ruega y aguarda que algún día no lejano lo sea, pero también depende de la devoción y el culto de los guayaneses que a veces se extingue y renace con la nieve del Monte Esquilino.
Correo del Caroní