Diez meses de cárcel exentos de cumplimiento y 75.000 euros (unos 87.000 dólares) de multa.
Esa es la pena que la Fiscalía solicitó este jueves contra Karim Benzema, acusado de ser cómplice de un chantaje en 2015 al que era su compañero de selección Mathieu Valbuena, en un juicio que acabará este viernes.
Fuentes judiciales indicaron a EFE que es «altamente probable» que el veredicto se conozca este mismo viernes, algo que podría ser perjudicial para el madridista si fuera condenado.
La razón es que en plena carrera por el Balón de Oro, para el que es uno de los candidatos, Benzema vería su nombre envuelto en un asunto turbio, a dos días de que el domingo se cierre el plazo de votación para ese prestigioso galardón.
El jugador recibió mal la petición de la Fiscalía contra él. «Está sorprendido y escandalizado», dijo a EFE su abogado, Sylvain Cormier, que acusó al Ministerio Público de aprovechar la fama de su cliente para lograr una mayor repercusión del caso.
«La notoriedad de Karim Benzema, según el fiscal, debe permitir condenarlo sin pruebas y pedir penas mas severas que para los demás», se quejó la defensa, que insistió en que «no hay ninguna prueba» de la culpabilidad del futbolista.
La Fiscalía cree que sí y por eso solicitó una pena de cárcel, aunque solo iría a prisión en caso de reincidencia, si el jugador fuera condenado en otro asunto.
La acusación considera que tuvo un papel importante en el chantaje, que usó de su influjo en la selección para presionar a Valbuena y ayudar así a su «hermano» Karim Zenati, un amigo de infancia varias veces condenado a penas de prisión.
Para la acusación está probado que Benzema entró en la estrategia a través de Zenati y, lejos de abandonarlo cuando parecía nauseabunda, se implicó de lleno.
«No es el buen samaritano que viene a ayudar a su compañero, es un cómplice que busca que ayudar a los chantajistas», agregó.
Por su papel de ejemplo social, la Fiscalía pidió contra Benzema la multa más alta que contempla la ley para este tipo de delitos, muy superior a la del resto de los acusados, casi todos ellos con antecedentes penales.
La defensa deberá mañana desarrollar argumentos que puedan probar que el madridista solo obraba de buena voluntad. Pero a lo largo del juicio, el tribunal ha dejado claro que la decisión del futbolista de no acudir a declarar no le ha sentado bien.
Las obligaciones deportivas alegadas por el jugador no van a ayudar a que escape de una condena. Valbuena, que sí estuvo en la vista oral, se dedicó a cargar con fuerza contra su excompañero, le acusó de traición y confesó que la ya famosa conversación entre los dos de octubre de 2015 en una concentración de la selección francesa le desestabilizó.
El Nacional