La autoridad fiscal DIAN de Colombia dijo que la crisis económica de Venezuela «ha impulsado el flujo de hidrocarburos de Colombia a Venezuela».
El robo en oleoductos en Colombia va en aumento a medida que las bandas criminales buscan reemplazar los bajos suministros de gasolina venezolana de contrabando, para su uso en el tráfico de drogas.
La gasolina es un componente clave en la fabricación de cocaína, pero ha habido escasez de combustible en Venezuela.
Por ello, los grupos criminales en Colombia están aprovechando oleoductos para extraer cada vez más crudo, que luego deben refinar.
Las bandas criminales colombianas también envían algo de ese combustible artesanal a Venezuela, una reversión de los patrones históricos de contrabando, destaca un reportaje.
«Ahora ha cambiado», dijo a Reuters Yessica Prieto, directora de proyectos e investigaciones del grupo colombiano de defensa de la energía Crudo Transparente. «Son … las mafias colombianas, o grupos criminales, que están robando crudo colombiano, refinándolo ilegalmente – obviamente de forma artesanal – y que cruza la frontera con Venezuela».
El robo de crudo en Colombia, principalmente del oleoducto Cano Limón-Covenas cerca de la frontera con Venezuela, alcanzó al menos un máximo de seis años en la primera mitad de 2021, según datos del operador del oleoducto Cenit, una subsidiaria de la propiedad estatal mayoritaria de Colombia. empresa petrolera Ecopetrol (ECO.CN).
El petróleo robado se procesa en refinerías clandestinas y se convierte en una gasolina rudimentaria conocida como «pategrillo» o «pie de grillo», reseña la agencia.
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