Este 6 de noviembre nuestro director, el ing. Francisco Rosales arribó a un nuevo año de feliz y dichosa existencia, por tal motivo, todo el equipo que conforma el diario digital El Luchador se unió para rendir tributo a este personaje quien ha tenido la gallardía de un buen estratega de permanecer firme y adaptarse a las exigencias de un mundo que cambia vertiginosamente para mantener la “tradición de calidad” que ha caracterizado a este medio durante más de un siglo.
Entérese de la pluma de quienes hemos tenido la oportunidad de trabajar con Rosales, cómo ha sido la experiencia de tenerlo como jefe. Además, conozca los secretos que han llevado a El Luchador a lograr el éxito tras pasar de ser un medio impreso a digital.
¡Esto está imperdible!
Rossana Moya: Trabajar con el sr. Francisco es como trabajar con un libro abierto a la mano porque es mucho lo que te enseña y te hace crecer desde el punto de vista profesional. Gracias a su perspicacia he aprendido mucho. El seguimiento, preocupación y constancia que demuestra al momento de montar cada edición cuidando cada detalle hacen que el Sr. Francisco sea el vivo ejemplo de lo que es el slogan de El Luchador: Tradición de calidad. Yo le deseo mucha vida para que siga enseñando a más colega, ese es su don.
Sr. Juan: Llevo casi 9 años trabajando con Francisco puedo decir que trabajar con él es sinónimo de excelencia y calidad. Es un jefe exigente, pero entendemos que lo hace para ofrecer lo mejor a quienes leen El Luchador. A veces nos hace salir un poco más tarde de lo habitual, pero es precisamente por eso, porque le gusta que lo suyo sea lo mejor. Mis mejores deseos para él en este día.
Ivannia Moreno: Trabajar con el sr. Francisco ha sido una experiencia bastante interesante porque a su edad es muy activo dinámico, con una experiencia que en mi caso ha sido fructífera y he tratado de copiar muchas cosas ya que me estoy iniciando en este mundo de la comunicación. Como persona es indescriptible su entrega, una calidad humana extraordinaria, reflejada en acciones como por ejemplo preocuparse por la salud de su personal, particularmente en el caso de las damas que acá laboramos recientemente hizo una alianza estratégica para que a todas nos hicieran un examen mamario gratuito cuando eso sabemos cuesta mucho dinero, y no solo eso, es que es nuestro transporte, pendiente de si comimos o no, es un gran servidor, al momento de un compartir siempre se asegura de que todos estemos presente, si necesitas un préstamo no escatima en esfuerzos para ayudar y eso llena mucho a quienes trabajamos con él, es que hasta cabillas para mí ha cargado en su carro. Espero que cumpla muchos años más y que perdure por mucho tiempo esta relación hermosa como amigo y jefe.
Emili Romero: Es una persona que admiro mucho porque está lleno de sabiduría y no tiene reservas al momento de compartir conocimientos, explica todo de manera sencilla y elegante, manteniendo siempre una energía jovial y contagiosa.
Greyssi Vásquez: He tenido la oportunidad desde hace un año de trabajar de la mano de un gran y minucioso director como lo es, nuestro jefe Francisco Rosales. Desde que lo conocí, he tratado de empaparme de sus conocimientos en materia de comunicación, ya que su verdadera profesión es la ingeniería, su pasión o sus vueltas del destino como lo ha contado él, lo pusieron al frente de medios de comunicación impresos, en los cual se ha desarrollado como uno de los mejores y más exigentes a la hora de presentar al público la noticia. Trabajo, comidas, festejos, alegrías, regaños, son los que maduran cada año de esta corta analogía laboral y estoy segura seguirán sumando.
Somos afortunados al estar presentes para contribuir de una u otra manera en la lucha que a diario mantiene para conservar la “tradición y calidad” de este medio de comunicación que cuanta con el más riguroso y radical director encargado de revisar letra por letra, acento por acento, cada palabra para que los lectores entiendan cada noticia, garantizando confiabilidad. No me queda más que agradecer al señor Francisco por la oportunidad que me dio de pertenecer a este prestigioso medio, escuela de grandes periodistas, y, además, poder contar con fabulosos compañeros de trabajo.
Ismael Morales: Es un hombre sincero. Es una persona que le brota la cordialidad y la elegancia cuando se expresa. Un hombre con vocación de servicio y con un alto concepto de la responsabilidad que implica mantener a la población informada. Mis mejores deseos para él hoy y siempre.
Jesús David Oca: Trabajar con Francisco Rosales ha sido para mí todo un honor. Desde que comencé a trabajar en el diario El Luchador, supe que “el señor Francisco”, como le llamamos todos por cariño, tenía mucha sabiduría. He trabajado en varios medios de comunicación, pero en ninguno he trabajado con un jefe tan dedicado y cercano al periodista como él lo ha sido para quienes conformamos la familia de El Luchador. Con él, he aprendido no solo cosas de periodismo, si no de la vida en general y le agradezco por compartir sus conocimientos conmigo. Mis mejores deseos son para él y espero Dios le dé muchas bendiciones.
Gabriela Simosa: El Sr. Francisco Rosales, en lo profesional representa un importante baluarte del periodismo en Bolívar, como director de El Luchador supo adaptarse a las nuevas tecnologías, mantener una ventana de comunicación para la ciudad.
Apoyo para los comunicadores sociales, estimulándonos siempre a ser mejores, a dar lo mejor de cada uno. Es el amigo, el compañero y el jefe que está cuando se le necesita. Desde hace más de cuatro años hemos compartido el fortalecimiento del periódico y siempre pensando cómo mantenernos en el tiempo, cuenta con mi admiración por ser un gerente. El Luchador ha crecido, dándole oportunidades a los nuevos periodistas de aprender y practicar esta bella profesión desde lo digital. Con su dirección, como medio hemos evolucionado. Una anécdota, es que con él hay que a veces releer los trabajos periodísticos y revisar si es la información que espera la audiencia, nos ha enseñado que edita el periódico como lector más que como director.
Daisyré López: Puedo decir que es una persona muy profesional y siempre buscando hacia la excelencia. Durante el tiempo que he trabajo bajo su dirección, soy testigo del esfuerzo, trabajo y dedicación de su dedicada labor como Director y Editor del Diario El Luchador, cada día afrontando los retos para así cumplir con las expectativas y objetivos deseados.
Machí: Muy buen jefe. Con gran sentido de responsabilidad, muchas veces le ha tocado hacer también de vigilante y portero, sin quejarse por ello. Siempre pendiente de todos los detalles, que nada se escape y que la atención al público también sea la mejor.
Yanitza Martínez: Trabajar con Francisco Rosales ha sido en el marco del profesionalismo. Es un jefe que, a pesar de ser ingeniero y no periodista, siempre está al pendiente del mínimo detalle del periódico, tratando siempre de que se divulgue informaciones reales y veraz, así como también está muy atento del cuido de la estética e imagen de las presentaciones de cada noticia que se publica en el periódico digital que se difunde. ¡Hoy aprovecho la oportunidad para desearle un FELIZ cumpleaños!
Gledis Bonilla: Trabajar con el Francisco es sinónimo de crecimiento profesional. Su nivel de exigencia no es apto para quienes no deseen superarse en lo que saben. Él con sus palabras cargadas de elegancia, bagaje cultural y esa experiencia magistral que dan los años es capaz de sacar lo mejor de sus dirigidos. Con él he peleado, sufrido, reído, llorado, ha sido extraordinaria la experiencia.
Una sola palabra suya ha sido capaz de levantarme el ánimo, testigo de mis dolores de cabeza, fiel oyente de mis historias, anécdotas, chistes y experiencias, compartimos una visión de éxito en común.
Con sus defectos y sus virtudes, como todo el mundo, pero ahí donde lo ven con ese tamañote y esa forma tan particular de hacer un llamado de atención, también ha agachado su cabeza para pedirme una disculpa cuando se ha equivocado, y eso debo reconocerlo.
Este ingeniero-periodista me mostró lo que soy capaz de hacer cuando me siento frente a una computadora a escribir, dejándome llevar solo por la inspiración, de allí trabajos inolvidables como Conversando con el puente, El personaje de la semana, Mi cuento con El Chino, Una serenata de 50 años, las historias de vida ante la pandemia, trabajos políticos, etc.
Le deseo todo lo mejor, que Dios le de vida y salud para que siga haciendo lo que le apasiona.
(Especial)