Los pájaros rojos, que han asistido a cada una de las últimas cinco finales del circuito y han ganado dos de ellas, contaron con un pitcheo hermético que maniató a la ofensiva salada durante los nueve episodios del compromiso.
Uno de los grandes equipos del último lustro en la Liga Venezolana de Béisbol Profesional está de regreso en los playoffs, pues los Cardenales de Lara cristalizaron su pase a la siguiente fase del campeonato con una victoria de 6-1 sobre los Tiburones de La Guaira, en el estadio Antonio Herrera Gutiérrez de Barquisimeto este jueves.
“Muy contento por dar este paso de poder clasificar”, le comentó el mánager Carlos Mendoza al canal TLT. “No ha sido fácil, pero desde el primer día teníamos grandes expectativas. Felicitaciones a toda la directiva y a todos los muchachos. Todavía hay tarea por hacer”, añadió.
El iniciador Alejandro Requena trabajó cuatro capítulos de tan solo dos incogibles y una carrera sucia, al mismo tiempo en que no regaló boletos y ponchó a tres contrarios. Tras su salida, Pedro García (3-0) hizo lo necesario para acreditarse el triunfo con un inning en blanco.
Fabián Blanco, Jean Machí, Yapson Gómez y Diego Moreno se combinaron para laborar el resto del camino sin ni siquiera permitir un imparable. La única libertad que toleró el relevo de Lara fue un boleto que otorgó Moreno en el noveno acto.
Mientras tanto, la ofensiva se encargó de hacer más que suficiente para que los Cardenales pudieran celebrar su clasificación en casa. El ataque comenzó en las mismas entradas iniciales, gracias a inatrapables productores de Carlos Rivero y Jermaine Palacios que pusieron arriba a los locales 2-0 antes de que culminara el segundo tramo.
Luego de que La Guaira anotara su única rayita del cotejo cortesía de un error defensivo del jardinero Yordanys Linares en el tercer inning, los crepusculares regresaron al ataque dos entradas más tarde, cuando un rodado del prospecto Gabriel Moreno le permitió pisar la registradora al mismo Linares.
Por su parte, el veterano Gorkys Hernández despachó un bambinazo de dos carreras en el séptimo y conectó un sencillo impulsor de la sexta y última del club en el octavo para colocarle la guinda al pastel al vigésimo séptimo lauro de las aves rojas.
El Impulso