América Latina está sufriendo un incremento récord de los contagios del nuevo coronavirus debido a la propagación de nuevas cepas como ómicron.
Expertos de varios países latinoamericanos han instado a reforzar la vacunación y el control e implementar medidas de prevención como elementos clave para luchar contra la pandemia de COVID-19.
REPUNTE DE LA PANDEMIA
De acuerdo con la actualización semanal de la Organización Mundial de la Salud (OMS), hasta el domingo 9 de enero, la región de las Américas ha mantenido una tendencia creciente de casos durante más de un mes, por encima de los seis millones de nuevos contagios. Se trata de la cifra más elevada registrada en una sola semana desde que comenzó la pandemia.
En Argentina, por ejemplo, los nuevos contagios crecieron un 101 por ciento con respecto a la semana anterior. En México, los decesos por COVID-19 también aumentaron un 28 por ciento, mientras que en Brasil lo hicieron al 15 por ciento.
El 11 de enero, analizando los datos ofrecidos diariamente, Argentina, México y Bolivia registraron un volumen récord de nuevos casos desde el inicio de la pandemia. La incidencia en Chile, entre otros países, también ha repuntado en los últimos días. Y el Ministerio de Salud de Ecuador prevé alcanzar su «pico máximo» de contagios esta misma semana.
Ante este repunte de la pandemia, en América Latina, varios expertos vaticinan la llegada de nuevos picos en el número de contagios.
A ojos de la investigadora de Microbiología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Laurie Ann Ximenez-Fyvie, la región latinoamericana es una de las más vulnerables, lo cual incrementará los contagios de manera alarmante durante las próximas semanas o incluso meses.
ÓMICRON FURIOSO
Según los investigadores, la variante ómicron está detrás del repunte de la pandemia en América Latina, un factor agravado por la mayor movilidad de personas durante las fiestas.
En comparación con otras mutaciones, la variante ómicron tiene un período de incubación menor, además de una velocidad de transmisión más rápida. Y su presencia junto con otras cepas del nuevo coronavirus, como la delta, representa un enorme desafío para los países de la región.
La ministra de Salud de Argentina, Carla Vizzotti, afirmó el pasado 9 de enero que su país enfrenta un crecimiento «explosivo» de los contagios.
En una entrevista con Xinhua, Ximenez-Fyvie enfatizó que los contagios, en México, «están disparados» con la llegada de la ómicron.
Además, esta variante «podría traer en febrero un aumento de la curva de contagios, reflejo de una mayor movilidad en esta época de verano», afirmó el tecnólogo médico y académico de la Universidad de Talca, Marcelo Alarcón.
En opinión de Sylvain Aldighieri, gerente de Incidente para COVID-19 de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), aunque los datos preliminares sugieren que hay un riesgo menor de hospitalización por la variante ómicron en comparación con la delta, «se necesita de mayor información para comprender si ello puede ser atribuible a infecciones previas o a la vacunación, y hasta qué punto la variante ómicron puede ser menos virulenta», detalló.
MEDIDAS Y VACUNAS DE REFUERZO
Para frenar la propagación del coronavirus, muchos países latinoamericanos han reforzado las medidas de prevención, incluida la vacunación.
Con el aumento de los contagios, Chile postergó la apertura de varios pasos fronterizos terrestres. Ecuador, Bolivia y otros países cancelaron una serie de eventos masivos previstos para Fin de Año. México y Argentina han comenzado a administrar vacunas de refuerzo. Y algunos países han reforzado el testeo zonas concretas como las fronteras.
Aldighieri subrayó que «el aumento en las tasas de vacunación entre los grupos prioritarios es una estrategia clave para limitar la transmisión, la tasa de hospitalización y la tasa de mortalidad por COVID-19. El uso de dosis de refuerzo puede ser considerada una estrategia efectiva, dependiendo de la situación epidemiológica de cada país».
Según Ximenez-Fyvie, las vacunas han proporcionado un blindaje para intentar evitar las hospitalizaciones por COVID-19, si bien las claves para controlar la pandemia siguen siendo la prevención y la atención temprana, no el tratamiento en hospitales, donde «se salva un porcentaje minúsculo de personas mientras que, a nivel preventivo y de tratamiento temprano, es como podemos salvar más personas», sostuvo.
Xinhua