La primera fecha de José Néstor Pékerman al frente de la selección nacional quedó saldada con una victoria y una derrota. La euforia del 4-1 contra Bolivia se empato con la decepción el 4-1 frente Uruguay en Montevideo.
La Vinotinto dio comienzo a una nueva etapa llena de ilusión con un nuevo timonel al mando. Con respecto a lo mostrado anteriormente durante el interinato de Leo González, tácticamente, no hubo muchos cambios, más el nivel de intensidad en el primer partido ante la selección dirigida por César Farías muestra la intención ofensiva que busca el entrenador argentino.
La cara mostrada en el segundo encuentro, donde estuvo el que también afrontaba su primera doble fecha como nuevo seleccionador, Diego Alonso, fue radicalmente diferente. “Don José” salió con el mismo once que enamoró en “La Carolina”, con el objetivo de mostrar ese descaro y muestra colectiva fruto de haber saboreado las mieles de la victoria de forma prematura.
Más toda esa emoción inicial fue lapidada al segundo 46 con la volea de Betancourt.
Esta primera jornada dejó muchos puntos, tanto positivos como negativos, pero dejó la misma sensación de Venezuela como esa cenicienta que deslumbra a todos hasta que el reloj marca las 12.
NP