***Un cariñito que le devuelve el brillo al epicentro histórico del país
Al mejor estilo de aquellos que se preparan con su mejor vestido para acudir a una celebración importante, a fin de derrochar gala y brillo, y dejar boquiabiertos a quienes tengan la oportunidad de observarlos, así se muestra el cuadrilátero histórico de Ciudad Bolívar.
Ese cuadrado que conforman las calles Bolívar, Constitución, Amores y Amoríos y Libertad, son para el deleite de propios y visitantes una reluciente cara que invita a reencontrarse con lo nuestro.
Al caminar en ese espacio donde muchas veces se paseó el Libertador Simón Bolívar y muchos otros de nuestros héroes independentistas, se siente una conexión y una vibra que despierta el interés por adentrarse una y otra vez en la historia de la otrora Angostura.
Casas como la del Congreso de Angostura o la casa Piar, hoy lucen resplandecientes, hermosas, con fachadas recién pintadas y una pulcritud digna de aplaudir.
Para los bolivarenses ver de nuevo brillar este emblemático lugar, que incita a disfrutar del atardecer en la plaza Bolívar, sentir la brisa que nos dice que ya el sol está por cesar y que pronto caerá la noche fresca, y que además regala una linda vista hacia el Orinoco y el puente Angostura, todo ello se traduce en una excusa para escapar de la rutina.
Y aunque estos espacios deberían de permanecer así siempre por la carga histórica y todo lo que representan para Venezuela, no se puede obviar que estas acciones han sido un punto a favor para el trabajo en conjunto que involucra al gobierno municipal y al gobierno regional, demostrando que el renacer de Ciudad Bolívar y de toda la entidad no quedó solo en un slogan de campaña.
Sin lugar a dudas, pasearse por el cuadrilátero histórico debe ser una cita obligada para todos, el momento ideal para un encuentro con el pasado, disfrutar el presente y visualizar con optimismo un futuro promisorio para Ciudad Bolívar, el Altar de la Patria.
Gledis Bonilla