El Gobierno de Dinamarca se disculpó ante seis sobrevivientes de un experimento social llevado a cabo en la década de 1950, en el que 22 niños groenlandeses fueron separados de sus familias y enviados a Dinamarca para ser integrados en la sociedad danesa.
«Sus historias nos han conmovido profundamente y es por eso que Dinamarca dice hoy las únicas palabras correctas: ¡Lo siento!», declaró la primer ministra Mette Frederiksen, citada por Reuters, a una audiencia que incluía a las seis víctimas vivas en una ceremonia realizada este miércoles en el Museo Nacional danés. Frederiksen señaló que los niños que participaron en el experimento fueron expuestos a algo «inhumano, irrazonable y despiadado».
Los niños de la etnia inuit tenían entre cuatro y nueve años cuando fueron enviados a Dinamarca, entonces considerada una potencia colonial, en 1951 para ser reeducados como «pequeños daneses».
El objetivo del proyecto era regresar a los infantes nuevamente a Groenlandia y crear una nueva élite de habla danesa que ayudaría a modernizar a la población local de la isla ártica. Asimismo, el experimento fue parte de un esfuerzo más amplio de Copenhague para convencer a las Naciones Unidas de que Groenlandia, una colonia danesa hasta 1953, era una parte integrada del reino.
Sin embargo, los niños nunca regresaron a sus familias, sino que los adoptaron familias danesas o fueron enviados de regreso a Groenlandia pero ingresados en un orfanato, donde los obligaron a hablar danés y tuvieron poco o ningún contacto con sus familiares. «Nuestros padres dijeron que sí al viaje, ¡pero apenas sabían lo que habían acordado!, manifestó Eva Illum, a quien separaron de su familia en 1951.
«Esto es parte de nuestra historia común… La verdad ha surgido y es una verdad a la que duele mirar», expresó el primer ministro groenlandés, Mute Egede.
En la actualidad, Groenlandia continúa siendo parte formal del Reino de Dinamarca, pero desde entonces ha conseguido mayor autonomía y tiene derecho a declarar su independencia.
RT