El Real Madrid ha competido en esta Champions League con una neblina mística frente a los equipos con los que se cruzaba en la competición y ahora le toca al Manchester City cruzar esa bruma este martes en el Eithad Stadium.
El primero en perderse en esta niebla espesa fue el Paris Saint-German.
Un equipo francés que venía con un ostentoso proyecto con el cual surcar los mares turbios de la Champions para llevarse aquel tesoro a sus vitrinas por primera vez, pero el equipo naufrago devorado por el Kraken del Madrid: Karim Benzema.
Después el Chelsea, un navío que ya tenía la experiencia de pasar esta neblina mística que rodea al equipo blanco la temporada pasada, también encalló en Stamford Bridge y luego no supo sostener el rumbo en el Bernabéu.
Ahora el equipo de Carlo Ancelotti se enfrenta a otro ostentoso barco, lleno de fiebre por ingresar a la aristocracia europea. Detrás de esta obsesión está Pep Guardiola, entrenador del equipo inglés, que buscará una ruta divergente a los dos barcos ya hundidos en Octavos y Cuartos de final.
«Si compitiéramos contra la historia, no habría ninguna oportunidad», dijo el capitán del barco citizen. «Al final es un partido de once contra once. Ni Carlo ni yo vamos a ganar esto. Son los jugadores».
El Meridiano
