La ministra de Asuntos Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, acusó este sábado a Rusia de librar una «guerra de cereales», al tiempo que advirtió que el mundo puede enfrentarse a una hambruna a escala global debido al actual conflicto en Ucrania, informó la Agencia de Noticias RT.
«No debemos ser ingenuos. […] Hay una amenaza de hambre brutal», aseveró Baerbock en una rueda de prensa tras reunirse con sus homólogos del resto de países que integran el G7 en Weissenhaus, en el estado federal alemán de Schleswig-Holstein.
En paralelo, la alta funcionaria sostuvo que Rusia está «extendiendo» el conflicto en Ucrania a una crisis global, refiriéndose a las denuncias de Kiev de que Moscú habría bloqueado sus puertos en el mar Negro, lo que impide la exportación de trigo y otros cultivos. Según estimó, las vidas de hasta 50 millones de personas en África y Oriente Medio están amenazadas por el riesgo de hambruna y muchos podrían morir en los próximos meses.
«En el puerto ucraniano de Odesa están bloqueados actualmente 25 millones de toneladas de grano. Esto significa alimentos para millones de personas en el mundo, que se necesitan urgentemente sobre todo en los países africanos y en Oriente Medio», afirmó Baerbock.
En su declaración conjunta, los jefes de la diplomacia de las naciones del G7 instaron a Rusia a cesar lo que llamaron «el bloqueo de las exportaciones de cereales» desde Ucrania y subrayaron que unas 43 millones de personas del mundo se encuentran a un paso de la hambruna.
Moscú responsabiliza a Occidente
La portavoz de Exteriores ruso, María Zajárova, comentó las palabras de Baerbock, al señalar que la actual alza de precios de los alimentos en el mundo en realidad está relacionada con las sanciones contra Rusia impuestas por «el Occidente colectivo bajo la presión de EE.UU.».
Este miércoles, el canciller ruso, Serguéi Lavrov, afirmó que las acciones de Moscú «no influyen de ninguna manera en los problemas alimentarios en el mundo» y que las dificultades con los suministros surgieron por «la imposición por Occidente de sanciones ilegítimas»; situación que se complica por el minado de los puertos por Ucrania. El ministro denunció que Kiev rechaza una colaboración para resolver la situación con las embarcaciones bloqueadas.
Mientras, el presidente Vladímir Putin señaló que las sanciones occidentales contra Rusia «provocan en gran medida» una crisis global. Además, subrayó que los países más pobres del planeta ya se enfrentan a una amenaza de hambruna. El mandatario recalcó que «la culpa por esto recae en su totalidad en las élites de los países occidentales».
Alertas de la ONU
Por su parte, desde la ONU han declarado en reiteradas ocasiones que los combates en Ucrania pueden tener repercusiones humanitarias graves en el mundo, incluida la hambruna. El organismo internacional ya dirigió varios paquetes de ayuda humanitaria para combatir el hambre en África y Oriente Medio ante el conflicto en Ucrania.
La Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (ONUAA) estimó en uno de sus reportes publicado el 8 de abril que las exportaciones del trigo por parte de Rusia y Ucrania representaban un 30 % del mercado global en 2021.
Este índice se manifiesta en el hecho de que casi 50 países dependen al menos en un 30 % de los suministros del trigo rusos y ucranianos. De ellos, 26 naciones satisfacen más del 50% de sus necesidades de este cereal con los envíos de ambos países.
Con información RT