Fue el 30 de noviembre de 1973, es decir, hace ya casi 49 años, que este bolivarense que creció en un hogar humilde integrado por su madre María Antonieta, su tía Flor, ambas ya fallecidas, y su hermana Mildred en la parroquia Vista Hermosa, recibió su título de Locutor de la República bajo el número 6.623.
Actualmente es el Gerente de Ventas de La Romántica 93.9 FM, y productor y locutor los días jueves en Onda 103.5 FM, en el programa Entre Amigos.
Se trata de José Tomás Tollinchi, una figura emblemática de la radio en Bolívar, quien nos contó sobre ese casi medio siglo entre sus dos pasiones: La radio y el hipismo.
– ¿Cómo nació su pasión por la radio?
-Desde niño sentí amor por el hipismo, ha sido mi primera gran pasión. Cuando veía las carreras en blanco y negro por la televisión con Aly Khan, las narraba para mí. Mi madre, que veía mi ilusión de ser narrador, me inspiró junto a mi tía a que hiciera un curso de locución y así comenzó toda esta bella y emocionante aventura.
– ¿Cómo fueron sus inicios en el mundo de las ondas hertzianas?
– Muchos de los mejores momentos de mi vida han sido gracias a la radio. Mis primeros años en esta carrera transcurrieron en Radio Independencia en Soledad, convertida luego en Radio Fantasía; estuve en Radio Angostura, y finalmente, Mundial Bolívar, tres emisoras que, junto a Ecos del Orinoco, conformaban las únicas estaciones radiales en AM en esa época de los 70, 80 y gran parte de los 90. Sus directores, Jesús Sifontes, Sinar Guerra Madriz, el Chino León (QEPD) y Luven Rossi Vera, fueron para mí, excelentes guías.
– ¿Qué me cuenta sobre esa faceta como narrador hípico?
-En mi faceta de narrador hípico he transmitido carreras en HMCB, Rancho Alegre, La Rinconada, Santa Rita y en el Nuevo Comandante (San Juan, Puerto Rico), cuya experiencia fue inolvidable.
-Alguna anécdota que siempre recuerde en esos años de carrera radial
-Conducía un programa que se llamaba «Música a la Carta». Estando al aire con las complacencias y con música bailable de fondo, la secretaria de la radio abrió la puerta y me entregó un papelito en el que reseñaba un servicio social que procedí a leer de ipso facto sin revisarlo previamente.
El mismo decía más o menos así: “Desde Ciudad Bolívar, la señora Isabel Pérez les participa a sus hermanos Cristian y Lucía en El Almacén y a su primo Eulogio en el hato El Mereyal -Imagínate eso narrado por mí en voz alegre y con fondo musical-, que su papá acaba de fallecer en un accidente de tránsito en la vía Maripa-Caicara del Orinoco”
En ese momento mi voz cambió drásticamente y el operador quitó de inmediato la cortina musical. Sentí un dolor grande en mi corazón por esa equivocación. De esa anécdota aprendí que está prohibido abrir la puerta de la cabina de locución cuando se está al aire y que el locutor debe leer antes lo que va a decir por el micrófono.
-Qué opina de la radio de ayer Vs. La radio de hoy
-Aunque en su contexto de fondo la radio sigue siendo la misma, hay dos diferencias a mi juicio, fundamentales: Los locutores de mi época debían estar muy bien preparados para conducir algún programa, y cuando se presentaba algún invitado de imprevisto, muchas veces tenían que valerse de sus conocimientos en la materia para llevar con éxito la entrevista. Hoy en día, la radio se vale de los adelantos tecnológicos para que el locutor se nutra al momento del tema que va a tratar. La otra gran diferencia es que la radio de antes estaba limitada a un perímetro específico. En la actualidad, gracias a las páginas web y el internet, cualquier emisora puede llevar su programación al punto más lejano del planeta.
-Finalmente, ¿cuál sería su mensaje para quienes están iniciándose en este mundo de la radiodifusión?
-En primer lugar, sentir amor y pasión por lo que se hace. La constancia, disciplina y responsabilidad también juegan un papel importante. No te desanimes ante los tropiezos laborales. Recordemos que el éxito y la felicidad no se logran en un abrir y cerrar de ojos. Finalmente, ser humilde ante todo lo que haces.