El Gobierno chino pidió hoy a sus administraciones locales que intensifiquen los preparativos ante la llegada de la temporada de inundaciones, que el año pasado dejó más de 300 muertos solo en la provincia central de Henan.
En concreto, el Ministerio de Recursos Hídricos chino pidió a los departamentos locales de recursos hídricos que monitoreen de cerca posibles riesgos y que fortalezcan las alertas tempranas y los pronósticos para prevenir las inundaciones.
El ministerio advirtió también sobre posibles crecidas en los ríos y advirtió de que «se esperan grandes inundaciones en los tramos medio e inferior del río Amarillo, así como en los ríos Haihe, Huaihe, Liaohe y Hanjiang», señaló el funcionario Hu Jianwei, jefe de pronósticos de hidrología del ministerio.
«El río Yangtse, el Songhua, el Perla y la cuenca del lago Taihu podrían ser azotados por lluvias torrenciales, lo que podría provocar inundaciones en estas áreas», indicó el funcionario.
Desde el 17 de marzo, China ha registrado una precipitación superficial promedio de 138 milímetros, un 9 % más que en el mismo período de otros años, recoge la agencia estatal Xinhua.
Las inundaciones del pasado verano sumergieron barrios enteros y estaciones de metro y causaron más de 300 muertos en Henan, y en su cobertura reporteros occidentales fueron hostigados por la población local después de que cuentas oficiales del Partido Comunista Chino (PCCh) en redes sociales pidieran a la población «buscar a reporteros de la BBC» y «alertar a las autoridades» cuando los encontrasen.
El PPCh concluyó en enero de este año tras una investigación que el Gobierno de la ciudad de Zhengzhou, capital de Henan, y otros organismos locales fueron «culpables de negligencia y abandono del deber» y que «ocultaron o retrasaron la información sobre las personas muertas y desaparecidas en el desastre», recogió entonces la agencia Xinhua.
EFE