Esa famosa frase que reza “la crisis es sinónimo de oportunidad”, es la que mejor define la actitud aguerrida que asumió esta emprendedora, que encontró en un oficio poco común la oportunidad de formar una marca personal para salir adelante cuando la adversidad tocó a su puerta.
Se trata de Violeta González, una bolivarense que dejó a un lado su profesión como productora de seguros para crear Sombreros Violeta, una empresa dedicada a la elaboración de espectaculares sombreros artesanales hechos con el tallo de la mata de plátano.
En esta edición del personaje de la semana, el diario digital El Luchador, resalta el trabajo, ingenio y creatividad de esta joven visionaria, quien ha hecho evolucionar su negocio convirtiéndolo desde hace dos años en su medio de sustento y el de su familia.
– ¿Cómo nació está idea de hacer estos sombreros?
-Esto llegó en una etapa de mi vida en el que, a raíz de la crisis económica del país, quedé desempleada y no tuve más remedio que elaborar dulces y helados caseros, los vendía a conocidos y, también, me fui a recorrer las calles para vender como ambulante, pero al empezar la pandemia mis ventas eran insuficientes. Económicamente estaba asfixiada. Fue entonces cuando decidí apostar por los sombreros y gracias a Dios, hasta el sol de hoy, ha sido una gran bendición.
– ¿Dónde aprendiste a fabricar estos sombreros?
-Todo comenzó porque me quedó la curiosidad de querer aprender a elaborarlos, luego de que, en la escuela de mi comunidad, en el sector La Lorena, dictaran un curso de elaboración de sombreros con el tallo de la mata de plátano, y no pude asistir. Muchas de mis vecinas tejían y yo las veía. Un día, una de ellas amablemente me enseñó las técnicas básicas, y eso fue suficiente para iniciar. Con los años he ido perfeccionando la técnica y le he ido imprimiendo también mi sello personal, lo que es hoy por hoy Sombreros Violeta.
– ¿Cómo haces para conseguir la materia prima?
– Las obtengo del patio de mi casa, pues, tengo un conuco de plátano, topocho y cambur; además, los vecinos después de cosechar me regalan los tallos que desechan.
-Se ven muy hermosos tus sombreros.
-Sí, gracias. Resaltan la coquetería típica de cada mujer. Eso es sensacional.
-Te brillan los ojos cuando hablas de tus sombreros.
-Es que no alcanzas a imaginar el orgullo que siento, porque salí de la nada y hoy tengo una marca que está creciendo. Lo que me hace más feliz es que todo esto lo hago por mi hijo. Él es mi motor y mi gran socio en este negocio.
– ¿Cómo lograste hacer de este emprendimiento tu sustento diario?
-Ha sido trabajando diariamente más de 12 horas, mucho esfuerzo y constancia, cortando, cargando y procesando las matas, realizando el tejido de los sombreros y cestas y saliendo todos los días a ofrecer mis artesanías y a la vez de innovando los diseños de las mismas.
-Violeta, ¿En dónde los comercializas?
-Recorriendo la ciudad, pues, no tengo lugar fijo. También trabajo bajo pedidos.
– ¿Qué es lo que más disfrutas de hacer este trabajo?
-La satisfacción de saber que estoy realizando un producto que, además de ser decorativo, es funcional porque protege a las personas de las inclemencias del sol. También me llena mucho ver a mis clientes felices cuando reciben su sombrero o cesta, la emoción muchas veces las lleva a darme bonitas palabras de agradecimiento y de admiración, incluso, me han abrazado y luego me envían sus fotos muy orgullosas y bellas luciendo sus sombreros.
– ¿Hasta dónde deseas llegar con Sombreros Violeta?
-Deseo que todas las mujeres de la ciudad puedan lucir un bello sombrero artesanal y puedan tener en sus casas una cesta decorativa, todas con el sello y la calidad de Sombreros Violeta.
-Un mensaje para los emprendedores que nos leen y siguen por las redes sociales
-Que todo proyecto requiere esfuerzo, dedicación y amor además de la bendición de Jehová Dios. Si tienen una idea o proyecto el momento de ponerla en marcha es ahora. No esperen a saberlo todo o a que llegue el momento ideal porque nunca va a llegar. Empiecen desde donde están. En el camino Dios nos va abriendo las puertas para el éxito.
