Tener el cuerpo esbelto y la salud que deseas es el resultado de la práctica constante de varios hábitos de vida. Además éstos son la principal clave para conservar la salud. De hecho, tener exceso de peso u obesidad incrementa el riesgo de patologías graves como la diabetes, los trastornos del corazón y los problemas articulares.
Debido a esto, más que por estética, adelgazar es una necesidad para mantener una buena calidad de vida. Si bien lograrlo no es fácil, con la práctica constante de algunas buenas costumbres podemos conseguirlo poco a poco. Consulta con tu médico de confianza para añadir estas indicaciones a tus pautas alimenticias.
A continuación vamos a compartir esos 6 secretos que podrán servirte para moldear tu figura y prevenir enfermedades. ¡Aplícalos!
1. Come un buen desayuno
Deja de pensar que si te saltas el desayuno estarás ahorrando calorías. Esto es una falsa creencia que, durante muchos años, fue el obstáculo para que muchos llegaran a su peso adecuado.
Está comprobado que consumir un desayuno completo, con pequeñas cantidades de carbohidratos, proteínas y fibra, es una de las mejores formas de perder peso. Esto se debe a que le da energía al cuerpo y potencia su rendimiento físico y mental durante la jornada.
Además, el apetito se suprime por más tiempo. Así, impide el consumo innecesario de alimentos ricos en calorías.
2. Incrementa el consumo de proteínas
El cuerpo requiere más energía para digerir las proteínas que consumes en tu alimentación diaria. Por lo tanto, incluir la cantidad adecuada de este nutriente también sirve para adelgazar.
La clave está en saber elegir comidas de alta calidad nutricional, que además de las proteínas también aporten vitaminas y minerales. Con esto también ganarás masa muscular, aumentarás el ritmo del metabolismo y prolongarás la sensación de saciedad.
3. Entrena tu cuerpo
La actividad física es uno de los hábitos principales para activar el metabolismo y perder peso. Activa los principales sistemas del cuerpo y apoya la función metabólica para aumentar la pérdida de calorías.
Su realización diaria evita la acumulación de grasa, mejora la circulación sanguínea y ayuda a expulsar las toxinas presentes en la sangre.
4. Aumenta el consumo de fibra
Los alimentos que contienen grandes cantidades de fibra, por lo general, son bajos en calorías y tienen numerosos nutrientes esenciales.
Los cereales integrales, las frutas y los vegetales son fuente natural de este nutriente que, además de mejorar la digestión, también frena el deseo constante de comer. También ayudan a reducir el colesterol alto.
5. Toma más agua
Un organismo deshidratado no solo tiene problemas para llevar a cabo sus funciones principales sino que se debilita. Además, tiende a causar más ansiedad por la comida rica en calorías.
La ingesta diaria de agua es vital para evitar esta condición y trastornos comunes como la retención de líquidos y el exceso de toxinas. Además, nos mantendrá saciados, lo que a su vez, nos impediría picar entre horas o comer raciones excesivamente grandes. Así pues, podría ayudar a conseguir el cuerpo y la salud que deseas.
6. Duerme bien
Dormir bien no solo aumenta el bienestar físico y mental sino que participa en el control del peso corporal.
Durante las horas de descanso el cuerpo se dedica a realizar una serie de labores que no puede llevar a cabo durante el día y que son claves para la salud. Lo recomendado por los expertos es dormir 8 horas diarias, sin interrupciones, para aprovechar todos sus beneficios.
Empezar a incorporar todos estos hábitos en la rutina diaria puede ser un poco tedioso cuanto estamos acostumbrados a un estilo de vida muy diferente. Sin embargo, con esfuerzo, disciplina y fuerza de voluntad podemos apropiarnos de ellos hasta modificar por completo nuestras costumbres y de esta manera tener el cuerpo y la salud que deseas. ¡Anímate!
MejorSalud
