El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, decretó este viernes el estado de excepción en tres provincias de su país como respuesta al paro nacional convocado por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), que salió a la calle por quinto día consecutivo.
Durante 30 días, las provincias de Pichincha, Imbabura, Cotopaxi estarán bajo el estado de excepción, que permite el despliegue de las Fuerzas Armadas para misiones de seguridad ciudadana y contra la delincuencia, aunque el presidente ecuatoriano no ha dado detalles sobre el despliegue de militares o de la imposición de un toque de queda nocturno, como sí ha hecho en otros regímenes de excepción.
«Anoche convoqué al diálogo y la respuesta fue más violencia (…) Esto me obliga a declarar el estado de excepción en Pichincha, Imbabura, Cotopaxi a partir de la medianoche de hoy», explicó Lasso en un comunicado emitido por la principal televisora ecuatoriana.
Lasso insinuó que el convocante de las protestas, Conaie, no tiene intención de buscar soluciones, y les acusó de provocar un alza de los precios por el cierre de carreteras, y de poner en riesgo a los enfermos por prohibir el paso de ambulancias.
Garantizar la paz
Sin embargo, manifestó que «hay gente buena que está marchando para reclamar causas justas» y que su Ejecutivo «todavía» no puede atender. Por este motivo, y «para aliviar la difícil situación de las familias ecuatorianas», anunció un paquete de medidas «con la finalidad de garantizar la paz de todo el país y atender las principales demandas y preocupaciones de la población», tal y como detalló la Presidencia del país en un comunicado.
«He decidido aumentar el bono de desarrollo humano a 55 dólares (52,40 euros), declarar en emergencia el Sistema de Salud Pública, duplicar el presupuesto en Educación Intercultural, subsidiar hasta al 50 por ciento el precio de la urea (fertilizantes) para pequeños y medianos productores», detalló el mandatario ecuatoriano.
Con información de ABC