Una delegación de altos funcionarios de de Estados Unidos arribó a Caracas en el último intento para lograr la liberación de los estadounidenses detenidos y reconstruir las relaciones con Venezuela mientras la guerra en Ucrania se prolonga, obligando al gobierno de Joe Biden a recalibrar otros objetivos de política exterior.
Un portavoz del Departamento de Estado estadounidense describió que el viaje fue una visita de bienestar centrada en la seguridad de varios ciudadanos estadounidenses detenidos en Caracas. La delegación incluyó a Roger Carstens, el enviado presidencial especial para asuntos de rehenes, así como al embajador James Story, que dirige la Unidad de Asuntos Venezolanos del gobierno estadounidense desde Colombia.
Por otro lado, Story también se reunió durante dos horas con Juan Guaidó para hablar sobre los esfuerzos que se están haciendo para impulsar las negociaciones en México.
El presidente Nicolás Maduro confirmó la visita durante unas declaraciones televisadas el lunes 27 de junio, diciendo que la delegación se reuniría con el presidente de la Asamblea Nacional Jorge Rodríguez, para “dar continuidad a la agenda bilateral entre el gobierno de los Estados Unidos y el gobierno de Venezuela.
Agencias