Luego de 18 días de protestas, el paro liderado por movimientos indígenas en Ecuador finaliza este jueves con la firma de un acuerdo por la paz, entre sus dirigentes, representantes de la Iglesia y del gobierno de Guillermo Lasso, con el compromiso de las autoridades de levantar el estado de excepción en algunas provincias.
El documento incluye el cese de las paralizaciones, el regreso de las comunidades a sus provincias, disminuir el precio del diésel y la gasolina; la derogatoria del decreto sobre actividades petroleras, y se modificará el decreto de minería, entre otros asuntos que figuraban en el listado de peticiones de los manifestantes.
Además, se instalará una mesa de diálogo con una metodología definida por las partes que tendrá una duración de 90 días, con la presencia de las funciones del Estado que tengan que ver con los 10 puntos de la Conaie.
El presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador, Leonidas Iza, lamentó el hecho de violencia en Shushufindi, que dejó como saldo un militar fallecido y que provocó que el diálogo con el mandatario ecuatoriano llegara a su fin.
Sin embargo, en la noche del miércoles, el Gobierno reculó en su decisión al aceptar que la Conferencia Episcopal Ecuatoriana intercediera entre ambas partes.
Así, las conversaciones se retomaron con delegados del Gobierno y de los líderes de las organizaciones indígenas y campesinas que encabezan las movilizaciones.
EFE
