De la mano de la Clase Obrera de la industria Siderúrgica, que fue la encargada de reacondicionar los espacios del principal centro cultural de Ciudad Guayana, se reinauguró la Sala de Arte de Sidor, en una emotiva ceremonia realizada con gran asistencia de público, en sus instalaciones ubicadas en Alta Vista, de la ciudad de Puerto Ordaz.
La Gran Gala de la Cultura de Ciudad Guayana se inició con palabras de Shelva Blanco, Gerente de Servicios Industriales, quien destacó que gracias a la valiosa participación de los CPTT y de la clase obrera organizada, se logró desarrollar un minucioso trabajo de remodelación y recuperación de todos los espacio de la Sala de Arte, indicando que “gracias al empeño del compañero Néstor Astudillo, presidente de Sidor, hoy podemos ofrecerle este bello regalo a toda la gente de nuestra ciudad, al abrir nuevamente las puertas de este íconico recinto cultural», valoró.
José Lanz, coordinador de la Sala Arte Sidor, señaló que la reapertura de este espacio es parte del reimpulso productivo de la industria del acero que en la actualidad cuenta con 22 plantas operativas, lo cual ha sido posible gracias al apoyo del Gobierno Bolivariano, y al plan de recuperación que se cumple a través del ministerio de Industrias y Producción Nacional y la CVG.
Destacó además que este era un compromiso del presidente de Sidor, Néstor Astudillo, reabrir estos espacios para el desarrollo del arte y la cultura, entendiendo que producimos alambrón, planchones, palanquillas, pellas, bobinas en caliente, pero Sidor es más que acero, también somos una referencia en el ámbito cultural, afirmó.
Seguidamente, la Coral “José Erasmo Bejas”, agrupación coral patrimonio de Ciudad Guayana, con 51 años de actividades, fue la encargada de interpretar las gloriosas notas del Himno Nacional de la República Bolivariana de Venezuela, para de inmediato dar paso a la apertura de las exposiciones de las dos Salas: Gestión Obrera Productiva para la Patria (Sala 2), donde se podrá apreciar una amplia gama de productos de las innovaciones, inventivas, e investigación de las trabajadoras y trabajadores sidoristas que han permitido desarrollar piezas, partes y repuestos, indispensables para la sustitución de importaciones, garantizando así la continuidad operativas de nuestras plantas.
En la Sala 1, se abrió la exposición denominada: Patrimonio de Arte de Sidor, con una amplia muestra que recoge las obras pertenecientes a la empresa, la cual estará abierta al público durante un mes, con una colección de 36 lienzos de reconocidos artistas plásticos nacionales y de Latinoamérica.
Asimismo, como un regalo de la clase obrera a la ciudad, en la parte externa de la Sala de Arte Sidor, ahora el pueblo guayanés podrá disfrutar de un Penetrable diseñado por los sidoristas en homenaje al maestro del arte cinético, Jesús Soto.
Gran Gala Musical
Los primeros en cautivar al público asistente fueron los integrantes de la Coral “José Erasmo Bejas” de Sidor, bajo la conducción del profesor Ricardo Donado, interpretando un amplio repertorio de música venezolana como las piezas Apure en un Viaje, Hirviendo el Agua de Tilo, y varias piezas de calipso.
Luego, le tocó el turno al grupo regional 5NFusión, de los hermanos Miguel y Moisés Ortiz, quienes deleitaron a todos los presentes con sus melodiosas composiciones que fusionan ritmos de jazz, cumbia, reggae, mambo, salsa, y música autóctona venezolana.
Gualberto Ibarreto se robó el show
Como era de esperase Gualberto Ibarreto, una Patrimonio Cultural de la música venezolana, fue recibido de pie y con una gran ovación de aplausos, y con sus 75 años recién cumplidos (12 de julio de 1947), se paró en la tarima y comenzó a bromear con el público señalando que “he vivido 75 años. Con unos años buenos y otros años amargos, pero lo que más me gusta es el cariño del pueblo, el cariño de ustedes, que todavía lo tengo”, comentó.
De inmediato empezó a interpretar sus archiconocidas canciones iniciando con La Carta, Quisiera, Presagio, El Gorrión, Calamar, Cuerpo Cobarde, Ladrón de Tu Amor (de la famosa telenovela venezolana Leonela), y María Antonia, del compositor margariteño José Ramón Villarroel, señalando en tono jocoso “En mi vida he tenido tres mujeres a las que he amado muchísimo: ellas son: en primera lugar mi Madre luego mi esposa, y en tercer lugar está María Antonia, que la conocí hace 47 años y hasta el día de hoy todavía me da de comer”, robándose así el show en esta reapertura de la Sala de Arte de Sidor.