Vecinos de las residencias Marhuanta comentaron que la fuga de aguas servidas tiene más de cinco años bordeando la acera peatonal de las torres A, B y C, cuya entrada principal está precisamente en esa calle.
“Hemos puesto la denuncia varias veces, pero no hay quien venga a solucionar ese problema”, comenta una habitante de la torre C.
Se trata de una rotura que inicia en la acera, también rota por el efecto del agua que la ha socavado, y recorre al menos 30 metros de la calle, sobre la cual también está la sede de la UNEG.
“Hay una proliferación de mosquitos que nos preocupa, porque de ahí puede salir un brote de dengue”, dijo.
Más de 200 familias están afectadas por el paso de las aguas servidas por los linderos residenciales. “Sería importante corregir ese problema porque finalmente es un foco de contaminación, por aquí pasan muchos transeúntes, caminan los niños de las residencias, si pudiéramos darnos la mano con los entes gubernamentales, entre todos pudiéramos darle solución a este problema”, destacó Luis Quintero, quien a diario transita la vía y destacó la importancia del trabajo conjunto entre la comunidad y las autoridades gubernamentales.
Redacción