El jengibre es una planta que proviene del sudeste asiático, tiene un sabor dulce y picante y su aroma es fuerte. Además, el jengibre se encuentra y se utiliza de múltiples formas: fresco, seco y molido, conservado, cristalizado, endulzado y hasta encurtido en vinagre, de acuerdo con la revista Bienestar Colsanitas.
Esta planta tiene múltiples beneficios para el cuerpo pues, según la Secretaría de Agroindustria de Argentina, ayuda a combatir el envejecimiento gracias a sus antioxidantes, a descongestionar el sistema respiratorio, a reducir los niveles de colesterol y a aminorar la inflamación. También previene enfermedades asociadas a la gripe y mejora el sistema inmune.
Además, el jengibre contiene gingerol, su principal componente bioactivo, cuyos efectos son antiinflamatorios y antioxidantes. Sus propiedades ayudan a mejorar algunos aspectos digestivos, de hecho, en los países orientales se consideran al jengibre esencial en la dieta diaria, como preventivo de enfermedades y como colaborador de la digestión.
1. Reduce las náuseas
Esta planta es utilizada para aliviar las náuseas provocadas por el embarazo. Sin embargo, antes de consumirla es preciso consultar con el médico.
2. Mejora la digestión
También es utilizado por las personas que sufren de problemas digestivos como la gastritis, estreñimiento, entre otros, ya que funciona como un protector estomacal.
3. Reduce el dolor menstrual
Adicionalmente, es consumido por las mujeres que sufren de cólicos o dolores menstruales, ya que reduce el dolor y puede resultar ser más efectivo que un medicamento.
4. Acelera el metabolismo
Los componentes del jengibre logran acelerar el metabolismo, lo cual es ideal para las personas que están en búsqueda de perder peso.
Para preparar el té de jengibre se necesita
- 1 pedazo de raíz de jengibre fresco.
- 1 cucharada de miel.
- 1 vaso de agua.
Preparación
- Pelar el jengibre y cortarlo en pequeñas partes.
- Calentar el agua hasta que esta hierva, cuando esté en su punto de ebullición, agregar los trozos de jengibre.
- Dejar cocinar a fuego lento por 10 minutos. Cuando el tiempo haya transcurrido, retirar del fuego.
- Dejar reposar la infusión entre 10 y 15 minutos y luego servir.
- Añadir miel en caso de que querer endulzar la bebida.
Según el portal Mejor con Salud, las propiedades del jengibre para mejorar estos síntomas pueden estar originadas en las sustancias contenidas por esta raíz.
De acuerdo con lo señalado por el referido blog, las investigaciones acerca de estos nutrientes han determinado que tienen características antieméticas, las cuales pueden combatir las náuseas. Lo anterior, “gracias a un efecto que produce dentro del tracto gastrointestinal, donde aumenta el tono y la motilidad gástrica y, a su vez, favorece el vaciamiento gástrico debido a acciones anticolinérgicas y antiserotoninérgicas”, añaden.
A modo de infusión o inclusive crudo, el jengibre puede ser un excelente ingrediente para mejorar los malestares. En este sentido, el portal Cuerpo Mente comparte una receta sencilla para preparar un té a base de esta raíz y así aprovechar sus beneficios.
Lo primero, indican, es poner a calentar una taza de agua hasta que alcance su punto de ebullición. Una vez que esté hirviendo se le añaden dos rodajas de jengibre rallado y una cucharadita de flores de manzanilla. Lo siguiente es esperar a que ambas plantas infusionen, por lo menos durante cinco minutos, y colar la bebida antes de servirla. También se puede morder un pedazo de jengibre crudo.
Pese a que no hay mayores efectos secundarios asociados al consumo del jengibre, se recomienda no exceder en su ingesta diaria, ni tampoco prolongar el uso de estas infusiones por demasiado tiempo. Tampoco se aconseja para pacientes que tengan complicaciones con su presión arterial o con los niveles de azúcar en la sangre, según agregan desde Healthline. No está de más recordar que solo los profesionales de la salud pueden recetar un tratamiento, estos remedios caseros deben ser solo complementarios.