El presidente de Colombia, Gustavo Petro, aseguró que ya ha habido acercamientos con Venezuela para la «normalización de las relaciones», pero desmintió los rumores de una posible reunión con su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, diciendo que hay un largo proceso por delante.
«Si hubiera una reunión habría no solo información sino preparación y eso no existe», dijo este martes el nuevo presidente colombiano a la prensa, desmintiendo una información que circulaba en medios colombianos de una posible reunión en Bogotá de los dos presidentes este fin de semana.
El jefe de Estado aseguró que el acercamiento se produjo «incluso desde antes de la posesión» para empezar a trabajar en «la normalización de las relaciones, que es un proceso que implica la apertura de la frontera, etc.»
Ese proceso abarca ya no solo la apertura de la frontera terrestre para el paso peatonal, que ya existe desde hace meses, sino que se restablezcan «las relaciones comerciales, culturales, sociales, familiares incluso, y militares, de todo el tipo».
«Hay que volver a reconstruir (las relaciones que ya existían) para que se ponga en marcha todo el proceso, o sea, son los pasos previos a la normalización», apuntó Petro, quien aseguró que en «dos meses» pueden «estar con lo más importante superado».
Por el momento, el canciller colombiano, Álvaro Leyva, hizo contactos con el Gobierno venezolano «para ir procesando la apertura de la frontera», mientras que el ministro de Defensa venezolano, Vladimir Padrino, informó este martes que se ordenó «restablecer» las relaciones militares entre ambos países.
«He recibido instrucciones del comandante en jefe de la FANB (Fuerza Armada Nacional Bolivariana), Nicolás Maduro, de establecer contacto de inmediato con el ministro de Defensa de Colombia para restablecer nuestras relaciones militares», dijo el jefe militar venezolano en la cuenta de Twitter de la Fuerza Armada.
Colombia y Venezuela, que comparten una frontera de 2.219 kilómetros, no tienen relaciones diplomáticas desde que se rompieron el 23 de febrero de 2019 por orden del presidente venezolano, en medio de una escalada de tensiones con su par colombiano de entonces, Iván Duque, por el apoyo de este al líder opositor Juan Guaidó.
Desde ese momento, el Gobierno de Venezuela ha acusado a Duque de tener planes terroristas en su contra y emprendió una campaña militar en las poblaciones fronterizas para combatir a los «tancol», un acrónimo inventado por ellos que no hace referencia a ninguna banda en específico y que significa «terroristas armados narcotraficantes colombianos».