HBO estrena esta semana House of the Dragon, la precuela de la serie más exitosa de la historia y el primer título de lo que se espera sea una larga franquicia.
Deseoso de exprimir el fenómeno televisivo tras el adiós de Game of Thrones en 2019, el canal encontró en Fire and Blood una breve novela con la que el escritor George R.R. Martin complementó su universo de fantasía, la trama perfecta para convertirse en la primera de la lista de ficciones derivadas que ha prometido estrenar.
«No es una novela. Es un libro de historia falso. Y no está escrito en una estructura narrativa habitual, así que fue muy interesante adaptarlo al formato de guion», explicó a Efe Ryan Condal, creador de la serie junto a Miguel Sapochnik, durante una presentación.
A diferencia de la ficción original, House Of The Dragon no narra la lucha encarnizada de ambiciosos reinos y familias por el poder, su trama cuenta la ruptura de una única dinastía, los Targaryen, por la elección del nuevo heredero al trono.
Ambientada 200 años antes de los hechos narrados en A Song of Ice and Fire (la colección de novelas que inspiró la serie original), la nueva historia tiene como protagonista a Viserys (Paddy Considine), un rey consciente de su deterioro físico y desesperado por encontrar a su sucesor.
En esa búsqueda, las miradas se posarán sobre el príncipe Daemon Targaryen (Matt Smith), el violento y rebelde hermano menor del rey, y la princesa Rhaenyra (Emma D’Arcy y Milly Alcock), cuyo posible ascenso al trono de hierro es visto con desconfianza por los que recelan de la idea de una mujer en el poder.
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