La Fiscalía argentina solicitó doce años de cárcel y la inhabilitación perpetua de la vicepresidenta, Cristina Fernández, para ocupar cargos públicos, ya que la considera responsable de un supuesto entramado ilegal para defraudar al Estado mediante la concesión de obras públicas en Santa Cruz.
El Ministerio Público estima en 5.231 millones de pesos —más de 38 millones de dólares (USD)— la cantidad defrauda por una red que salpica también al difunto marido de la vicepresidenta, Néstor Kirchner, y a exfuncionarios como el exministro Julio de Vido, para el que se han pedido diez años de cárcel.
El fiscal Diego Luciani anunció que, con excepción del empresario Lázaro Báez —contra el que se reclaman doce años de prisión—, “se va a solicitar la imposibilidad de ocupar cargos públicos” de todos los imputados, incluida Fernández, que siempre ha alegado que las múltiples causas judiciales abiertas contra ella forman parte de una persecución política.
“Su condición de presidenta de la nación en el momento de los hechos hace que haya defraudado al Estado y a sus votantes“, dijo el fiscal. “Interpuso su interés personal sobre el interés público”, dijo Luciani, según reportó el diario La Nación.
La vicepresidenta quedó exenta en esta parte del proceso por su actual cargo, pero desde Twitter anunció por sorpresa que solicitó volver a declarar este mismo miércoles, dado que los fiscales “montaron en su acusación cuestiones que nunca habían sido planteadas”.