El estado de Nueva York se dispone a implementar esta semana una ley que restringe la tenencia de armas, luego que la Corte Suprema del país eliminó restricciones para portarlas, reseñó la agencia AP.
Bajo la ley, que entra en vigor el jueves, incluso el bullicioso distrito comercial y teatral Times Square en la ciudad de Nueva York habrá carteles con la frase “Gun Free Zone” (“Zona Libre de Armas”).
La medida, aprobada luego que en junio la Corte Suprema del país amplió el derecho a portar armas, incluye además estándares más estrictos para obtener permisos de portarlas de forma oculta.
Nueva York es uno de seis estados cuyas restricciones permanecerán anuladas por la decisión de la Corte Suprema, que prolongará que los estados no tienen derecho a exigir que una persona tenga “causa razonable” para portar armas.
La gobernadora Kathy Hochul declaró el viernes que la legislatura tuvo que tomar acción porque el fallo “anula la habilidad de un gobernador de proteger a sus ciudadanos de aquellos que deseen portar armas ocultas por donde les plazca”.
La ley, sin embargo, ha causado confusión y ha llevado a litigios judiciales por parte de propietarios de armas, según los cuales la ley infringe sus derechos constitucionales.
La ley “parece diseñada no tanto a reducir la violencia armada sino a impedir que la gente obtenga armas, si se trata de alguien inocente y respetuoso de la ley, que incluso según la Corte Suprema tiene derecho a tenerlas”, expresó Jonathan Corbett, un abogado en Brooklyn que es una de varias personas que han entablado demandas contra la ley.
Según la ley, quienes deseen un permiso para portar armas tendrán que completar un curso en persona de 16 horas y dos horas de práctica de tiro al blanco. Los ciudadanos comunes tendrán prohibido portar armas en escuelas, iglesias, trenes subterráneos, teatros y parques de diversión, entre otros lugares considerados “sensibles” por las autoridades.
Además, los solicitantes de permisos tendrán que entregar una lista de sus cuentas en redes sociales durante los últimos tres años para una investigación sobre “su carácter y conducta”. Esa condición fue añadida debido a que muchos autores de masacres recientes habían dejado evidencias de sus intenciones en internet.
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