La intempestiva devaluación del bolívar, o la suba del dólar, ocurrida en los últimos días de la semana anterior, ocasionó un impasse en la tradicional relación comercial entre los llamados ferieros y los productores agrícolas de la zona de montaña alta del estado Táchira, relación de larga tradición que se basa en la confianza y el crédito entre unos y otros, para la comercialización de los productos.
En efecto, los productores entregan sus cosechas a los ferieros, quienes en sus camiones las llevan a los distintos mercados de todo el país, donde las ofrecen al consumidor nacional. El feriero tiene un plazo de entre ocho y diez días, para hacer el pago, es decir un crédito, que se basa en la confianza de la relación, y que siempre es honrado con el pago convenido y oportuno en la fecha estipulada.
El domingo anterior, día en que se efectúan las negociaciones, se suscitó el problema a la hora del pago de la deuda. Los ferieros de La Grita, llevaron su mercancía adquirida ocho días antes, con precios cotizados en dólares o en pesos, como es costumbre.
Según la reseña hecha en las redes sociales por el productor Robert Maldonado, en los días en que los ferieros estaban en Caracas y otras localidades del país, adonde llevan los productos para sus puntos de venta, ocurrió la intempestiva subida del dólar, que trajo como consecuencia que el dinero (bolívares) recibido por lo que ellos ya habían vendido, al ser convertido en divisas, no cubría el pago de las hortalizas al precio que lo habían comprado.
Además de que, a medida que fueron «cayendo» los bolívares en los puntos de venta que manejan los ferieros, no había dólares disponibles en la banca, o sea, estaba cerrada la posibilidad para comprar dólares, en el momento en que se recibían los bolívares en los puntos de venta.
Los ferieros ofrecieron entonces a los agricultores, pagarles la deuda en bolívares, lo cual fue rechazado, porque vieron que ellos tampoco iban a tener la posibilidad de adquirir dólares de la banca, por lo que tendrían que adquirirlos en casas de cambio ilegales, y a precio superior al oficial.
Entonces, reseña Maldonado, se convocó para el domingo, una asamblea de productores, quienes luego, salieron a marchar, asegurando que no recibirían bolívares de los ferieros, como pago de las hortalizas que ya les habían vendido.
Si bien es cierto que también los productores iban a perder, dice el informante, este es un problema que no podemos resolver aquí, en la montaña alta, porque esto es un problema a nivel nacional, que no han podido estabilizar ni siquiera las autoridades que sostienen el poder en Venezuela.
Es un problema que se trasladó como se ha venido trasladando esta inflación, esa devaluación, desde hace años, y ya hemos ido aprendiendo que, en una semana o dos semanas, de continuar la subida, pueden quebrar más de una empresa, dice el productor grítense.
IMPULSO