Los profesionales de la salud recomiendan llevar una dieta sana y equilibrada durante la mayor cantidad de tiempo posible, esto con el fin de prevenir enfermedades a corto, mediano y largo plazo. Lo que se come juega un papel importante en la salud digestiva, más exactamente en la salud de los intestinos. Conoce en este artículo cómo mejorar tu salud intestinal.
En este sentido, es fundamental aclarar la función del intestino delgado, que es la parte más larga del sistema digestivo (6 metros) y conecta el estómago al intestino grueso (colon) y se dobla muchas veces para entrar en el abdomen. Este intestino hace la mayor parte de la digestión.
Publicaciones en medios internacionales especializados en salud sugieren planes de alimentación que buscan promover una dieta más saludable que tiene como fin, evitar alimentos y productos que alteren o dañan la microbiota intestinal, generando inflamación en algunos de los órganos que comprenden el sistema digestivo.
“La microbiota intestinal consiste en el conjunto de microorganismos presentes en el intestino que protegen al sistema digestivo de virus y bacterias. Además, cumple con determinadas funciones, como sintetizar las vitaminas, regular el sistema inmunológico, generar serotonina, entre otras”, reseña el portal mexicano Gastrolab.
Cuando una persona no se alimenta de manera sana y consume de manera desmedida alimentos ricos en grasas trans, saturadas o con un alto contenido de azúcar, esto genera inflamación en los intestinos y los principales síntomas son: malestar, pesadez, gases, constipación, diarrea o estreñimiento.
Alimentos que se deben evitar
Gluten: trigo, cebada, centeno, cualquier tipo de pan y galletas.
Azúcar: y todo lo que la contenga de forma añadida, es decir, golosinas, dulces, postres, yogures, gaseosas y bebidas y jugos industrializados.
Evitar comida rica en grasas saturadas: carnes procesadas y embutidos.
Vegetales fermentables: ajo, alcachofa, apio, berenjena, brócoli, coliflor, cebolla, coles de bruselas, col, escarola, espárragos, lechuga, remolacha y champiñones.
Además de evitar estos alimentos, se recomienda llevar buenos hábitos, entre los que se encuentran:
Consumir productos frescos y grasas saludables: verduras de hoja verde y de colores, frutas en su estado natural, aceite de oliva, frutos secos, semillas, pescados azules y proteínas magras (bajas en grasa).
Mantenerse hidratado: los profesionales de la salud recomiendan que un adulto consuma de seis a ocho vasos de agua al día, lo que equivale a dos litros; “pues de ello depende gran parte de las funciones en todo el organismo y, por supuesto, del sistema digestivo”.
Evitar bebidas irritantes: como el alcohol o la cafeína, en su lugar se aconseja tomar tés o infusiones de origen natural.
Dormir al menos 8 horas: la falta de sueño puede tener efectos adversos en la microbiota intestinal.
Hacer ejercicio: se recomienda hacer actividad física como mínimo tres veces en la semana durante 30 minutos consecutivos. Realizar algún tipo de deporte tiene efectos positivos en la microbiota.
DN