Un terremoto de magnitud 7,6 sacudió Papúa Nueva Guinea, dañó edificios e infraestructura esencial, provocó deslizamientos de tierra y mató al menos a 16 personas, mientras hay reportes de numerosas personas heridas.
Se ha confirmado la muerte de al menos 16 personas, según la Cruz Roja, y se espera que el número de muertos aumente a medida que llegan informes de pueblos afectados por los deslizamientos de tierra, reseñó Telesur.
El terremoto se produjo a una profundidad de 90 kilómetros (aproximadamente 56 millas) cerca de Kainantu, una ciudad con una población de aproximadamente 8.500 personas, informó el Servicio Geológico de los Estados Unidos.
El Centro Nacional de Alerta de Tsunami de EE. UU. dijo que no había amenaza de olas de tsunami. Horas antes había dicho que era posible que se produjeran peligrosas olas de tsunami en un radio de 1.000 kilómetros (unas 621 millas) a lo largo de las costas de Papúa Nueva Guinea e Indonesia.
La parlamentaria Kessy Sawang añadió que se teme que haya más heridos y muertos en los pueblos de la sierra de Finisterre y en algunas zonas costeras.
El sismo se sintió con fuerza en la capital, Port Moresby, lo que llevó a algunas personas a huir de sus hogares.
Los residentes de Papúa Nueva Guinea (PNG) describieron en Twitter que sintieron temblores y compartieron imágenes y videos de artículos que se caían de los estantes de los supermercados.
Los residentes de las ciudades del norte cerca del epicentro informaron de intensos temblores a media mañana, grietas en las carreteras y desprendimiento de los revestimientos de los edificios.
Los terremotos son comunes en PNG, que se encuentra en el «Anillo de Fuego» del Océano Pacífico, un punto de acceso para la actividad sísmica debido a la fricción entre las placas tectónicas.
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