Su fuerza inicial fue dada como de magnitud 7,2 pero el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) la rebajó posteriormente a 6,9. También se registraron múltiples réplicas.
La Agencia Meteorológica de Japón y el Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico emitieron avisos de tsunami poco después del terremoto, pero ambos explicaron más tarde que ya no había amenaza de olas altas.
En la ciudad taiwanesa de Yuli, se derrumbó un edificio de dos plantas que tenía una tienda 7-Eleven en la planta baja.
Las imágenes de video publicadas por la Agencia Central de Noticias de Taiwán mostraban a los residentes en pánico escapando del edificio, que levantó una espesa nube de polvo al derrumbarse.