La acción fabricada entre Gerard Deulofeu y el esloveno Jaka Bijol terminó por hundir al Inter y disparar la excelente racha del Udinese, que reafirmó su victoria en el tiempo añadido con el gol del alemán Tolgay Arslan a pase también del español, y que se ha instalado provisionalmente en el liderato de la Serie A a falta de completar la séptima jornada.
Vive un sueño el cuadro de Andrea Sottil, instalado en la cima de la tabla a expensas de los marcadores del Nápoli, Atalanta y Milan. En cualquier caso, el momento es inigualable para un equipo que en los últimos años estaba más preocupado de no caer de categoría que de las miras europeas.
Cinco triunfos seguidos del Udinese
Ahora, con la remontada frente el Inter, el Udinese arrastra cinco triunfos seguidos. La mejor racha este curso en la Serie A, aparentemente más abierta que nunca.
Mucho ha tenido que ver en ello Deulofeu que ha entregado al equipo su buen momento. Distanciado del individualismo de antaño se ha convertido en un futbolista determinante, generador de acciones de peligro. Dos centros suyos dieron la victoria a los locales.
La felicidad local propinó un mazazo al conjunto milanista. Irregular en su trayecto, no enlaza dos triunfos seguidos desde el inicio de temporada. Perdió en el Dacia Arena una buena ocasión para reengancharse a la carrera por el liderato.
No pensó Inzaghi en salir de vacío de Udine cuando se puso por delante en un partido que parecía marcado por la temprana ventaja. Una falta al borde del área de Nehuen Perez propició un tiro libre de perfecta ejecución para Nicolo Barella. Un disparo a la escuadra imposible para Marco Silvestri.
No se asentó el cuadro de Simone Inzaghi a pesar de la ventaja. Se embarulló ante la reacción local que buscó el empate. Forma parte del carácter que ha impregnado en el Udinese Andrea Sottil y que mucho tiene que ver con su buena racha.
Pudo enmendar la situación sin excesiva tardanza y en un saque de falta lateral botado por el argentino Roberto Pereyra la pelota rebotó en el defensa eslovaco Milan Skriniar y llegó hasta la red.
No le gustó el panorama a Inzaghi que a la media hora estableció un doble cambio: Alessandro Bastoni y Henrikh Mikhitaryan se marcharon del campo sustituidos por Federico Dimarco y Roberto Gagliardini.