A veces, la niebla cerebral puede ser difícil de diagnosticar porque está causada por varios factores diferentes. Una persona con lupus o esclerosis múltiple, por ejemplo, puede experimentar un deterioro cognitivo debido a un daño directo en sus células cerebrales, pero también puede no estar durmiendo lo suficiente, tener una gran fatiga o estar tomando medicamentos que contribuyen a la niebla cerebral.
Los cerebros de algunos pacientes con enfermedades auto inmunes, como lupus o esclerosis múltiple, muestran una desregulación en sus células endoteliales, que recubren los vasos sanguíneos del cerebro. Esto puede dar lugar a una barrera hematoencefálica más permeable, que permite el paso de sustancias nocivas al cerebro y modifica la función cognitiva, explican algunos especialistas.
Los investigadores han descubierto presencia de niebla cerebral en los pacientes de covid, así como en los infectados por otros virus como el VIH y el ébola, e incluso en las personas que se someten a quimioterapia para el cáncer, atribuida a la inflamación —un aumento brusco e injustificado de la actividad de las células inmunitarias que puede causar estragos— en el cerebro y en el cuerpo.
Además, continúan estudiando las causas de este padecimiento, sin embargo, argumentan que algunos hábitos ayudan a disiparlas: “Intentamos fomentar el ejercicio cardiovascular, una buena dieta, el sueño y las actividades sociales que se sabe que son beneficiosas para el cerebro”.
La actividad física puede ayudar a mejorar la capacidad de concentración, aumentar la conectividad neuronal y la formación de la memoria en el cerebro. Mantenernos hidratados y comer una variedad de alimentos ricos en vitaminas y antioxidantes, también ayuda. Además, los estudios han demostrado que mantener una rica red social no solamente ayuda a reducir el estrés en los momentos difíciles, sino que también puede aumentar la estimulación intelectual y mejorar tu salud cerebral.
También se debe descansar mejor, toma medidas para relajar tu mente por la noche. Desenchufa los aparatos electrónicos y crea un entorno de descanso.
“El cerebro es extremadamente maleable”, afirmaron. “Hay pruebas sustanciales de que el cerebro puede recuperarse después de lesiones cerebrales traumáticas y después de accidentes cerebrovasculares, y eso genera la esperanza de que la recuperación después de la niebla cerebral es posible”, afirmaron los expertos del Hospital Monte Sinaí de Nueva York, que llevan adelante esta investigación.