Apple ha conseguido en la Justicia francesa una rebaja de 728 millones de euros de la sanción histórica de 1.100 millones de euros que recibió en 2020 por firmar acuerdos anticompetitivos con dos distribuidores cercanos.
El tribunal de apelaciones de París ha acordado este jueves reducir la multa total de Apple a 371,6 millones de euros. La agencia antimonopolio, la Autoridad de la Competencia (AC), dijo que está considerando apelar el fallo en el Tribunal Supremo de Francia. «Nos gustaría reafirmar nuestro deseo de garantizar el carácter disuasorio de nuestras sanciones, especialmente cuando se trata de actores del mercado del calibre de Apple», dijo Virginie Guin, funcionaria de de la AC.
El regulador francés ha mantenido una estrecha vigilancia sobre las empresas de Silicon Valley en los últimos años. En 2021, Google recibió una multa de 500 millones de euros por no seguir una orden de negociar acuerdos justos con los editores de noticias. El gigante tecnológico de California prefirió llegar a un acuerdo extrajudicial para evitar más multas. Meta también firmó un acuerdo a principios de este año para evitar multas después de recibir advertencias sobre su control del mercado de la publicidad online.
En términos más generales, los reguladores de toda Europa han estado luchando para controlar el dominio de las ‘Big Tech’ a través de una combinación de multas y acciones regulatorias. En una audiencia el año pasado en el caso de apelación, Apple acusó a los reguladores franceses de retorcer las reglas antimonopolio «por objetivos políticos», cuando le impusieron la multa sin precedentes como parte de una campaña para tomar medidas enérgicas contra el dominio del gigante tecnológico.
Cuando impuso la multa en 2020, la agencia francesa dijo que Apple conspiró con dos mayoristas, Tech Data e Ingram Micro, en un movimiento para obstaculizar la competencia mayorista de productos que no fueran el iPhone. La pareja de ‘cómplices’ también recibió multas de 76,1 millones de euros y 63 millones de euros, respectivamente.
ElEconomista