Personas como María Pérez, son seres humanos que nos enseñan cómo debemos afrontar la vida ante situaciones tan fuertes, como lo es ser paciente oncológico. A ella le detectaron en una de sus piernas un tumor cancerígeno agresivo.
Para el año 2021, justo en el mes de febrero, cuando se celebraba el Día Mundial Contra el Cáncer, María, con apenas 15 años de edad, fue diagnosticada con esta enfermedad que le cambiaría la vida a ella y a sus padres.
El número de pacientes con cáncer alrededor del mundo, supera los 19 millones, del cual María estuvo en esa cifra que refleja la Sociedad Anticancerosa de Venezuela.
-¿Cómo y cuándo te descubren que tenías esta peligrosa enfermedad?
-Los primeros días de febrero del año 2021, comencé con unos dolores muy fuertes en el área de la rodilla, me tomaba una pastilla y se me calmaba, pero al pasar los días el dolor era más fuerte y complejo, la rodilla se me hinchaba demasiado.
Para ese momento mi madre no se encontraba en la ciudad, a su regreso le cuento del problema que tenía, ella me dice: vamos a esperar un poquito para llevarte al médico. Luego voy al médico, con una tía que es enfermera y me dice que posiblemente sean los ligamentos que estén inflamados, por el desgaste quizás de tanto caminar. Me manda reposo, pastillas, que me colocara hielo, además que me ponga una rodillera. Pero veo que pasa una semana y media y no veía ningún tipo de cambio.
Deciden llevarme a otro traumatólogo, acudimos a consulta y también él dice que a lo mejor son los ligamentos inflamados, y que mejor sería una inyección, para el dolor, pero bajó solo un poco el dolor y la inflamación y a los dos días se vuelve a hinchar, acudo nuevamente al médico y me vuelven a colocar la inyección, pero no di ningún resultado favorable. Me consiguen, posterior, una cita con un ortopedista, me piden unas placas comparativas de ambas piernas, me las hacen, vuelvo al médico, y él dice que ve algo raro que no debería estar allí en la rodilla.
La noticia que no esperas
“La notica fuerte se la dan a mi mamá. Le dijeron que lo mejor es que pase a ver cita con el traumatólogo oncólogo, acudimos al médico, y al ver las placas el médico reacciona de una forma que no esperábamos, Que lo mejor era realizar una biopsia para descartar cualquier tipo de riesgos”, ¡nos detalló la joven valiente!
Pasa una semana, mientras tratábamos de conseguir dinero para la biopsia, después que me la realizan mi perna quedó inmóvil, no pude caminar. Tuve que usar muletas, esperamos dos semanas y al obtener el resultado, se le llevaron al especialista y él le dio la noticia, que no era lo del ligamento, que lo que había en mi pierna era un tumor agresivo”.
¿Cómo afrontaron esta terrible realidad?
Para mi madre sobre manera fue terrible, ¡Imagínate!, a ninguna madre le gustaría que su hijo pase por algo así; que le diagnostiquen cáncer. Al momento ella no supo cómo darme la noticia. Al decirme lo que tenía, no lo tomé a mal, quizás por mi ingenuidad como adolescente, le dije a mi mamá que no llorara, que nada era imposible! Y que el cáncer si lo atendíamos a tiempo desaparecía con tratamiento, y que si ese era el tratamiento que yo me iba a someter, ese era el tratamiento que me iba a curar”.
“Siempre mantuve una actitud positiva”
“Siempre fui fuerte, yo sentía que, si yo me derrumbaba, y hacía las cosas más difíciles, quien iba a terminar sufriendo más era mi mamá, y no me gustaba verla así”
“Nos remitieron con el oncólogo, Alberto Cabello Castillo, quien además fue el que meatendió todo este tiempo. Me explicó como era el tratamiento lo que implicaba al tratamiento y a la enfermedad, pero yo aún seguía en mi estado de shock, no sabía cómo reaccionar. No sabía a lo que arriesgaba. Una de las cosas maravillosas es que en ningún momento me deprimí”.
Para mayo del 2021, empiezo a recibir el tratamiento, era la primera dosis; decaí demasiado, mi cuerpo no estaba acostumbrado a un tratamiento muy fuerte. “Nunca sentí la necesidad de llorar, al perder mi pierna. Para mis padres sí fue una noticia muy fuerte. Aunque era una notica mala para mi cuerpo, porque había que quitar la pierna, para frenar la enfermedad, también lo consideré una buena noticia porque tenía una solución que me indicaba que podía seguir viviendo”.
Después de un mes de la amputación, volví a recibir tratamiento de la quimioterapia. Yo feliz, aprovechando al máximo esta oportunidad para estar sana. En el proceso de conseguir el dinero para hacer la última tomografía que me faltaba, para ver si el tratamiento había funcionado o no, ¡siempre estuve positiva; al mal tiempo buena cara! Siempre lo vi de una buena forma. Lo gramos conseguir el dinero a través de recaudación de fondo y las donaciones que nos hicieron.
Relación con la música
María es una joven adolescente que mucho antes de descubrir su enfermedad, por la que pasó, desde los siete años empezó en la escuela de música del Conservatorio Carlos Afanador Real. Después de las quimioterapias volvió a retomar sus clases y se siente muy complacida. En la actualidad sabe tocar el cuatro y guitarra.
Aprendizaje
“Aprendí gracias a la amputación y a este cáncer que logré vencer. Que la vida es un tablero de ajedrez y siempre debes pensar muy bien, la estrategia de cómo te mueves y que hacer, para ganar en la vida. Y perdí varias fichas en ese juego, pero a pesar de todo yo le hice jaque mate al cáncer, y logré salir adelante. Mi consejo para aquellas personas que padecen algo similar es que aunque estén en un sitio oscuro y crean que no pueden conseguir ni un rayito de esperanza… Lo mejor es sacar esa linternita de esperanza, esa pequeña lucecita que te queda en el bolsillo y mirar hacia adelante”.
Requiere una prótesis
Ella y sus padres están a la espera de poder lograr conseguir la prótesis que necesita. Han tocado varias fundaciones, a quienes han pasado solicitud. Gracias a un evento donde estaba el gobernador del estado Bolívar, la escuchó cantar, y prometió ayudarlos. Confían en Dios y la buena voluntad del mandatario para lograr esta ayuda.
Yanitza Martínez
