Caos en Francia por el paro en refinerías sigue y aunque la mitad de gasolineras sufre desabastecimiento, el Gobierno no deja piedra sin remover para reapertura.
Desde hace dos semanas las gasolineras de Francia se enfrentan a la crisis energética, desabastecidas por una huelga de trabajadores de las grandes petroleras Total Energies y Exxon Mobil en seis de las siete refinerías, para exigir mejoras salariales.
El conflicto ya afecta al 44% de las estaciones de servicio y deja contra las cuerdas al Gobierno, pues recuerda el inicio de la crisis de los chalecos amarillos, el movimiento que se inició en 2018, con Emmanuel Macron recién llegado al poder, en protesta contra la subida del precio de los combustibles y la pérdida del poder adquisitivo.
Ante tal coyuntura, el Gobierno galo lanzó el miércoles una primera requisa de personal en un depósito de combustible, ante el mantenimiento de la huelga que provoca desabastecimientos en gasolineras y la ira de los automovilistas.
Se trata de una medida excepcional, que obliga a los huelguistas a trabajar bajo amenaza de sanciones penales. No obstante, pese a los llamados a desconvocarlas y las amenazas de intervenir del Gobierno, los trabajadores decidieron mantenerlas.
Casi un tercio de las gasolineras carecían de algún combustible en Francia el martes en la noche (hora local) y, en aquellas que todavía tenían gasolina o diésel, los automovilistas se arman de paciencia y a veces se pelean duramente en colas de varias horas para repostar.
No solo Francia, sino varios países europeos experimentan protestas contra el costo de la vida. Estas manifestaciones se celebraron, mientras que hace días la Unión Europea (UE) aprobó el octavo paquete de sanciones contra Rusia por su operación militar en Ucrania. En reacción, Moscú inició el corte del flujo de gas desde junio, lo que ha supuesto un duro coste para los ciudadanos europeos y un importante daño a la economía de los países del viejo continente.
Con información de www.globovision.com