El presidente de Chile, Gabriel Boric, advirtió a los migrantes que están en situación irregular en la nación austral que si no están en regla, deberán abandonar el país.
Boric, quien estuvo en la región de Antofagasta, que registra crisis migratoria y de inseguridad desde hace varios meses, dijo que la solución para atender a los migrantes no puede ser temporal sino algo más permanente; en referencia al desalojo de unos refugios donde estas personas se alojan.
“La respuesta es más complicada, es intersectorial. Hay que hacer el catastro, ofrecer alternativas, a quienes estén en situación irregular, o se regularizan o se van, y a quienes hayan cometido delitos, derechamente se tienen que ir. Acá no hay nadie que vaya a estar encima de la ley”, enfatizó el mandatario chileno.
Señaló que la delegada presidencial regional, Karen Behrens, es la que estará coordinando el trabajo intersectorial con el Ministerio de Salud y otras instancias para garantizar educación, en el caso que haya niños, y otros derechos, al tiempo que advirtió que los albergues en Antofagasta están llenos.
“Tenemos que dar soluciones definitivas. No solamente sacar una cosa para que vuelva a aparecer 30 metros más allá. Por eso es una pega más compleja y el encargo específico lo estamos haciendo ante todo Chile. Y esperamos tener respuestas y resultados concretos muy pronto”, agregó Boric
Por otro lado, el presidente de Chile anunció que introdujo en el Congreso dos propuestas de ley para agilizar los procesos de expulsión por vías administrativas de migrantes que hayan incurrido en delitos o estén relacionadas con el narcotráfico, subrayando que su gobierno debe dar “señales claras” y no permitir un “doble estándar”.
Desde la administración de Sebastián Piñera, Chile ha estado luchando contra la migración irregular que proviene principalmente desde Venezuela. A nuestros nacionales se le impuso una visa especial, llamada Visa de Responsabilidad Democrática, para controlar el ingreso a la nación austral.
Posteriormente, meses antes de acabar su mandato, Piñera promulgó una ley migratoria en la que endurecía las condiciones para los que llegaban de manera irregular. Incluso, realizaron varias deportaciones. Sin embargo, pero desde 2010 a julio de 2021 la cifra de migrantes se ha multiplicado por 57, pasando de 415 a más de 23.000 personas, en su mayoría venezolanas, según el Servicio Jesuita Migrante (SJM)
Agencias
