Hacer ejercicio es muy beneficioso para la salud, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y las nuevas directrices de la organización, se recomienda hacer por lo menos de 150 a 300 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada o vigorosa por semana.
Por otro lado, practicar un deporte o ir al gimnasio produce sensación de satisfacción y bienestar. Además, ayuda a combatir la obesidad, mejora la circulación sanguínea, cuida la salud del corazón, entre otros beneficios.
No obstante, cuando las personas realizan ejercicio de fuerza o tonificación, los músculos quedan con un dolor por un tiempo tras el esfuerzo realizado. La sensación de dolor se puede dar por la tensión muscular que se genera en los músculos.
Estas son algunas de las recomendaciones:
Tomarse tiempo en cada ejercicio:
Para realizar los ejercicios de manera adecuada es necesario practicar cada movimiento. Hacerlo de forma lenta hará que el músculo tenga más tiempo de regenerarse y se vuelva más fuerte. Esto evitará que posterior al ejercicio se tenga un dolor permanente.
Continuar ejercitándose
Una de las mejores fórmulas para evitar el dolor es continuar practicando ejercicio. Ejercitarse incluso el día después de haberlo hecho ayuda a disminuir el dolor. Además, hará que el músculo se acostumbre al movimiento y beneficiará el intercambio de partículas.
Cambiar ejercicios
Hacer una rutina en la que se involucren varios movimientos a la vez ayudará a que el músculo tenga más tiempo de regresar a su estado natural. Entrenar pierna o glúteo y luego pasar a un ejercicio de tren superior hará que el músculo pueda descansar.
Con información de www.vtv.gob.ve