El 23 de noviembre de 1851, hace 170 años, el literato, filólogo, gramático, poeta, jurista, rector, pedagogo, periodista y sociólogo venezolano, Andrés Bello López, fue nombrado miembro honorario de la Real Academia Española (RAE) por su libro Gramática de la Lengua Castellana.
El hijo de Bartolomé Bello y de Antonia López, nació en Caracas, el 29 de noviembre de 1781 y murió en Chile el 15 de octubre de 1865 y se crió en casa de su abuelo paterno, Juan Pedro López, el pintor religioso de mayor relevancia en Venezuela, vecino del colegio de la Merced, en cuya biblioteca nutrió sus aficiones literarias e históricas.
Fray Cristóbal de Quesada, fue decisivo en la cimentación de su humanismo y el conocimiento de los clásicos. El maestro, completó su educación con la asistencia a la academia de Ramón Vanlosten y en1797, inició sus estudios universitarios en la novel Real y Pontificia Universidad de Caracas (Seminario de Santa Rosa), conocida en la actualidad como Universidad Católica Santa Rosa.
Entre 1797 y 1798, su esmerada educación le facilita el nombramiento como preceptor de Bolívar en sustitución de Simón Rodríguez.
Sus primeros pasos literarios siguieron las huellas del neoclasicismo lo cual le valió, en la sociedad caraqueña ilustrada, el apodo de El Cisne del Anauco.
Además de realizar traducciones de obras latinas y francesas, compuso las odas: Al Anauco, A la vacuna, A la nave y A la victoria de Bailén; los sonetos: A una artista y Mis deseos, la égloga Tirsis habitador del Tajo umbrío y el romance A un samán, así como los dramas Venezuela consolada y España restaurada.
A los veintiún años, recibió su primer cargo público como oficial segundo de la secretaría de la Capitanía General de Venezuela, del que fue ascendido en 1807 a Comisario de Guerra y Secretario civil de la Junta de la Vacuna y una año más tarde (1808), se convirtió en redactor de la Gaceta de Caracas.
En 1810 fue nombrado oficial primero de la Secretaría de Relaciones Exteriores, con la misión diplomática nombrada por la Junta de Gobierno de Caracas para buscar apoyo financiero del gobierno británico para la revolución de Independencia de Venezuela.
El Maestro, Don Andrés Bello, muere en el exilio el 15 de octubre de 1865, en Chile.
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