Con la jornada de este domingo, Tiburones de La Guaira alcanzó oficialmente la primera mitad de su calendario en la edición 2022-2023 de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP) y lo celebró con su victoria 18 tras dar cuenta de Tigres de Aragua, en un cerrado compromiso en el Estadio Universitario, que se definió por la mínima ventaja de 6 a 5.
La actual versión del conjunto litoralense no se ha caracterizado precisamente por la proliferación de batazos; aunque con la inclusión de los bates de Ronald Acuña Jr. y Juan Yépez, naturalmente esa condición sufrió una positiva transformación y los bengalíes padecieron de sus consecuencias, reseño prenda LVBP.
Tiburones desplegó un fuerte ataque frente al pitcheo aragüeño; tan pronto, como en la primera entrada, cuando agredieron al iniciador Jorgan Cavaneiro, quien estaba en su primera presentación frente a su ex equipo y ante la que hasta el curso anterior fue su afición.
Cavanerio se enredó al permitir imparables del caliente Maikel García y la estrella Acuña Jr., dos de los tres primeros rivales que enfrentó, antes de recibir una estocada desde el bate de Wilson García. El slugger, quien llegó a la tropa salada precisamente en el cambio que envió a Cavanerio a Tigres, logró un doblete hacia el jardín izquierdo, impulsor de dos anotaciones.
“Ayer le estuve comentando a mi mamá que a esa gente (Tigres) le iba a caer la ley del ex y lo pude cumplir”, le declaró García al departamento de prensa del club.
Ya con dos outs y cuando parecía que la amenaza se había conjurado, apareció la figura de Ángel Aguilar, que con otro tubey arrastró a García hasta el plato e hizo retumbar con todo a la tradicional samba guairista.
En el segundo tramo, La Guaira amplió la diferencia producto del primer jonrón en la liga para el novato Leobaldo Cabrera, una línea tendida hacia la grada de la izquierda.
La madrugadora ventaja le sirvió al as de la rotación escuala, Víctor Díaz, para labrar un camino si se quiere llano, pero en el que encontró duros escollos, como el del tercer capítulo cuando Tigres le endosó un par de carreras a su línea de pitcheo. Allí, Díaz admitió doblete de Carlos Tocci, le regaló una base por bolas a Henry Rodríguez, recibió inatrapable remolcador de Alexi Amarista y José “Cafecito” Martínez elevó la bola al patrullero derecho. Gersel Pitre también le pegó incogible, pero las llamas fueron sofocadas al obligar a Wilson Ramos a batear para doble play.
Los salados respondieron de inmediato, con otra dosis de poder del gran héroe ofensivo de la jornada, Wilson García. El zurdo conectó con tal fuerza la bola, que la misma cayó cerca de la mitad de las gradas de la zona derecha. Su segundo cuadrangular del vigente certamen.
“Pienso que fue un gran turno. Estaba buscando mi pitcheo, lo conseguí y salió ese batazo. Nunca dejé de trabajar. Tenía mis dolencias en la rodilla e igual venía temprano a hacer mi rehabilitación, a practicar. Siempre estuve conectado con el equipo”, comentó García, quien antes de explotar ofensivamente este domingo, estuvo fuera de los terrenos cerca de dos semanas por lesión.
Con el partido 5 a 2 en el primer tercio, el abridor Díaz retomó la compostura y retiró el cuarto y el quinto tramo sin confrontar problemas significativos, dejando en brazos de sus socios del bullpen la responsabilidad de mantener enjaulados a los Tigres; empero, la asignación no fue cumplida.
El novel diestro EmilKer Guzmán sucumbió ante la volátil toletería rayada, que no desaprovechó la oportunidad y el descontrol del serpentinero escualo para castigarlo en la sexta entrada. Boletos consecutivos para Wilson Ramos y Denis Phipps fueron proseguidos por un doblete ceñido a la franja izquierda de Leobaldo Piña, que desde la cueva tiburonera percibieron como foul y que desencadenó una fuerte protesta del mánager Henry Blanco, quien resultó expulsado.